Gastronomía

Selfireceta: Marta Rivera, una pizca de sal naranja

Marta Rivera
Marta Riveralarazon

La número tres de Ciudadanos al Congreso asegura que en política hay que procurar que nada se agarre al fondo.

Viene dispuesta a comerse el mundo gastronómica y políticamente hablando. La pasión que Marta Rivera desprende mientras prepara uno de sus guisos estrella la traslada también al ruedo político. Viene a poner una pizca de sal a una temporada electoral que culminará este año con las elecciones generales, las cuales, y muy a su pesar, la obligarán a dejar un poco de lado sus quehaceres culinarios. A la número tres de Ciudadanos para el Congreso, que comparte apellido con Albert Rivera pero al que no le une ningún parentesco, le pierden los arroces, aunque como chef se desenvuelve con soltura con los platos de cuchara de toda la vida. «Me gusta muchísimo cocinar. Lo que mejor se me da es la cocina tradicional: las lentejas, las albóndigas, el cocido gallego, los guisos de pescado... Todo lo he aprendido de mi madre y de mi abuela, eraN unas cocineras maravillosas», afirma orgullosa.

Recuerda que cuando era pequeña disfrutaba viendo cómo ellas preparaban la comida para toda la familia. De ahí heredó su gusto por los fogones y también a saborear un plato bien elaborado. Es más, no olvida los consejos que más tarde, cuando ella empezó a ponerse el mandil, le daba su abuela. «Para hacer las croquetas, siempre me vienen a la mente sus consejos. Me recordaba que tenía que trabajar bien la bechamel para que quedase consistente, fina y sin grumos. Y así lo hago», afirma.

Rivera es sincera a la hora de reconocer que además de hacer de las suyas en la cocina también tiene buen estómago. Para ella la tortilla de patatas es «un lujo» y le privan los fritos y los bocadillos, aunque también tie-ne sus manías. Por ejemplo, con el queso. «No lo puedo ni ver y la verdad es que me da mucha pena porque sé lo que me pierdo», explica con pena.

En lo que no se moja demasiado es a la hora de explicar qué cocinaría para sus rivales políticos: Mariano Rajoy, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. «Siempre que viene alguien a casa trato de que cene bien, así que a todos ellos les haría lo mismo: un aperitivo de mejillones rellenos, un tartar de atún de primer plato y unas albóndigas. De beber, vino de Godello con el pescado y un Initio de D.O. Madrid», explica políticamente correcta. Puede que con este banquete los cuatro llegaran a mayores puntos de encuentro que en el Congreso.

La cocina en el mundo de la política también tiene lo suyo, y afirma que «hay que tratar de que nada se agarre al fondo y, sobre todo, pensar, como entre fogones, que lo primero son tus comensales-ciudadanos. Nuestro partido ha venido a poner un poco de sal naranja a la política y nosotros estamos en el perfecto punto de sazón», sentencia.

Croquetas «recicladas»

Ingredientes:

-Pollo asado

-Harina

-Leche

-Pan rallado

-Huevo

Elaboración:Uso los restos de un pollo asado picados muy finos. Se doran en un poco de aceite de oliva. A continuación, se echa la harina, se da un par de vueltas y se añade la leche con medio vaso de la salsa de asar el pollo y se trabaja a fuego muy suave hasta que espese, rectificando la sal. Se deja enfriar y se forman las croquetas rebozándolas en huevo y pan rallado.