Lifestyle

Ágatha Ruiz de la Prada: «Si al innombrable no le gusta mi relación, que se fastidie»

La diseñadora, año y medio después de su separación de quien no quiere ni acordarse, vive una nueva ilusión, un amor que ha surgido hace menos de dos semanas, con Luis Miguel «El chatarrero»

Luis Miguel y Agatha, en los toros / Cipriano Pastrano
Luis Miguel y Agatha, en los toros / Cipriano Pastranolarazon

La diseñadora, año y medio después de su separación de quien no quiere ni acordarse, vive una nueva ilusión, un amor que ha surgido hace menos de dos semanas, con Luis Miguel «El chatarrero».

Es un volcán de mujer, en su forma de hablar, de trabajar y también en la de amar, tal y como despide en su conversación con LA RAZÓN. Está enamorada de Luis Miguel y no le importa lo que piense nadie –salvo sus hijos–, va a poner sus cinco sentidos en esta relación, dure lo que dure, porque ella, pese a lo doloroso de la separación de Pedro J. Ramírez («el innombrable, para ella), aún no ha entrado en esa fase de no querer nada de los hombres.

–Qué gusto verla enamorada de nuevo...

–La verdad es que sí, estoy muy contenta.

–¿Cómo se vive una segunda ilusión después de un matrimonio largo y una separación dolorosa?

–Bueno, la verdad, es que está siendo muy sorprendente para mí la trascendencia de este asunto, que está siendo casi como de las Kardashian, porque lo divertido es que yo conozco a este señor un jueves, en su casa, hablamos nada, diez minutos, y al día siguiente me voy tres días a Lisboa. Me mandó un mensajito el sábado y hablamos el lunes, que quedamos y nos fuimos a cenar. El martes ya una periodista amiga mía, Beatriz Miranda, me pregunta: ¿Estás saliendo con fulanito? Porque lo voy a publicar mañana. Imagínese, esto es el martes y le conocí el jueves. Fuimos a cenar a un sitio pequeñito y muy ideal y luego se le ocurrió ir a tomar una copa a un sitio que se llama Milford. Y al día siguiente me llaman de un medio y yo contesto porque lo que estoy haciendo es coger el toro por los cuernos y hacerlo de la manera más elegante posible y lo mejor. Primero porque no tengo absolutamente nada que ocultar y él tampoco. Pero, vamos, es un poco fuerte porque él estuvo cuatro meses con Carmen Martínez-Bordiú hasta que se enteró la prensa. De cuatro meses a un día es una diferencia abismal...

–Bueno, parte de su magia es la naturalidad con la que hace todo.

–Ya, hombre, pero... Lo que no voy a hacer es salir corriendo por las calles como una loca. Pero es cierto que en las dos últimas semanas, que no he parado de viajar y para tres ratos que he tenido en Madrid, pero claro, si Beatriz Miranda me llama, tan amiga mía como es, no le voy a decir que no.

–De cualquier forma, aunque tenga poco tiempo y esté todo tan reciente, cuando uno no se oculta es porque está muy a gusto, ¿no?

–Eso es verdad. Le doy toda la razón, te pones el mundo por montera. Ha habido otras veces que me he puesto nerviosísima, que me han sacado una foto con alguien y no he vuelto a ver a ese alguien por lo que sea y con Luis Miguel me sacan y me da exactamente igual. Podría decir, incluso, que hasta me divierte.

–Eso quiere decir que Luis Miguel le gusta mucho...

–Bueno, que estoy como muy tranquila con él.

–¿Qué le aporta él?

–Que es tan diferente a todas las personas que he conocido en mi vida, es como si fuera un extraterrestre. Él para mí y yo para él. Es como si fuéramos dos extraterrestres y lo divertido de todo esto, y lo bueno, es que ninguno necesita nada. Así que si dura diez días pues genial, si dura dos meses, dos meses... Es más, tenía yo todo mi verano organizado y ahora está tambaleándose...

–Claro, algo del verano tendrá que pasar con él.

–Sí, por eso. Aunque con las ganas que tenía yo de irme a Mallorca como había planeado. A ver cómo lo hago. Lo que quiero decir es que es otra forma de estar con alguien. Por ejemplo, cuando yo conocí al innombrable era otra edad, en la que yo quería tener hijos y tal, pero es que ahora yo no quiero nada, no necesito nada.

–Las mujeres separadas suelen tener el freno de mano echado, por los miedos, ante una nueva relación. En su caso, deja que todo fluya, sin comerse la cabeza...

–Eso es lo bueno, y punto, a ver lo que pasa. Es una sorpresa total para todos y para nosotros los primeros. Como yo soy muy perezosa para salir, necesitaba una persona que tomara la iniciativa en muchas cosas. Y en eso, la verdad es que él es un genio.

–Sus hijos que siempre la apoyan, ¿qué le dicen de ésto?

–Sí, me apoyan en todo, lo que pasa es que esto no es agradable nunca para un hijo, imagino.

–¿Por qué?

–El otro día leía una entrevista de un hijo de Naty Abascal y decía que no le gustaría que se casara de nuevo porque así estaba muy bien con ellos. A los hijos lo que les gusta es que nada altere la rutina familiar y yo lo comprendo. Creo que hay que tener muchísimo cuidado con el tema de los hijos.

–¿Usted cree que sus hijos serían de los que prefieren que su madre no tenga una pareja, cuando han ofrecido desde la separación todo el ánimo para que se divierta?

–Ellos se han portado conmigo que te mueres de bien, impresionantes, pero bueno, a ver como se compartimentan. Oye, que a lo mejor esto solo dura una semana más. Esto es muy divertido, pero es totalmente nuevo e inesperado, a ver si dura... Lo bueno que tiene Luismi es que la gente le quiere y sabe muy bien mantener la amistad, que es muy importante, ¿no?

–Es verdad que aunque Luis Miguel sea un personaje público, la gente no le conoce, no da entrevistas...

–Tiene muchos amigos y hace un esfuerzo muy grande por todos ellos. Y la gente le quiere, empezando por su ex, Carmen Martínez-Bordiú, que han quedado como amigos íntimos. Él le arregla el coche, le llama para no se qué y le da entradas para los toros y la quiere y la quiere. Es una adoración súper bonita. Es una relación mucho más importante que la mía, que nos acabamos de conocer, pero esa misma actitud la tiene con todo el mundo.

–Quizá es eso lo que le ha prendado de él, que desde que se separó siempre ha valorado públicamente la suerte de tener amigos y lo mucho que la estaban ayudando.

–No, yo creo que uno nunca sabe de quién se va a enamorar. Es lo más inesperado del mundo, cómo en cinco segundos te puede gustar alguien, que a lo mejor ni lo hubieras imaginado. Esas cosas son incontrolables. Yo ni sabía que iba a ir a su casa, ni que le iba a conocer, nada y de repente, mire qué divertido...

–¿Buscaba enamorarse?

–Es que no sé lo que estaba buscando, solo sé que estaba muy bien después de mucho tiempo, muy divertida.

–Sorprende que con lo bien que estaba le apeteciera volver a tener una relación.

–Ya, es que esa es una segunda fase a la que yo no he llegado y en la que están muchas amigas mías, que es la de pasar de los tíos y yo en esa fase aún no estoy.

–También sorprendió que abriera su corazón como imagen de una web de citas.

–Pues me ha dado buena suerte la web esa, eh. Era una tontería divertida, pero sí era una manera de mandar un mensaje en el que decir sí, aquí estoy yo. Me he metido menos en la web de lo que me hubiera gustado porque realmente no he tenido un segundo, pero me ha dado una suerte fantástica.

–Ahora, al hacerse pública su relación, ¿le ha llegado algún comentario de su ex pareja?

–No, no, pero me imagino que no debe ser agradable para él que esto salga por todas partes, a todas horas. La verdad es que está siendo un poquito exagerado, yo nunca pensé que iba a ser así porque ha habido coches siguiéndome al aeropuerto, fotógrafos en la puerta de mi casa, una cosa insospechada que nunca me había pasado y no pensé que esto pudiera tener tanto interés, la verdad. Para él tiene que ser muy desagrable porque para mí lo fue cuando él salió.

–¿Cree de verdad que se debe sentir así cuando él ha rehecho su vida y lo que debe desear es que usted también la rehaga?

–No lo sé, porque la verdad es que paso millas de él, pero millas. Paso de él mucho, muchísimo, si le gusta bien y si no, que se fastidie, no me importa nada. Mi única preocupación hoy por hoy es no encontrármelo en ningun sitio, que estoy teniendo una suerte bestial. Aunque basta que diga eso, para que ahora me lo encuentre de frente en el aeropuerto. Si esto sucediera, que alguien me avise para irme corriendo y meterme en el cuarto de baño.