Islas Baleares
Desembarco real en Marivent
Felipe VI aterriza en Palma de Mallorca con sus dos hijas, mientras que la llegada de Doña Letizia se espera «en las próximas horas».
Felipe VI aterriza en Palma de Mallorca con sus dos hijas, mientras que la llegada de Doña Letizia se espera «en las próximas horas».
El rey Felipe VI llegó a Palma de Mallorca sobre las seis de la tarde de ayer jueves con sus hijas Leonor y Sofía. Lo hacían en aviones de las Fuerzas Aéreas diferentes, ya que la norma obliga a que la heredera no viaje en el mismo medio de transporte que el jefe del Estado para evitar las consecuencias que un trágico accidente podría tener para el linaje. Don Felipe y sus hijas aterrizaron en la zona militar del aeropuerto de Sont San Joan y, apenas sin apreciar la densa humedad y los agradables 30 grados de temperatura, pusieron rumbo directo y en varios coches hacia el palacio de Marivent. Al sorprendernos que no les acompañase la Reina Letizia, en la Casa Real aclaraban enigmáticamente «llegará en las próximas horas», pero al cierre de esta edición no se había confirmado si serían horas del jueves o del viernes. Al menos se sabe que a la isla llegará y este retraso está plenamente justificado por los días de luto que vive su familia tras la muerte de Francisco Rocasolano, su abuelo materno.
Una intensa agenda
Dado que ya estaba previsto que el rey viajase el día 31 de julio a Mallorca y tuviese audiencias con las fuerzas políticas de Baleares, se ha mantenido el plan original y, como no es costumbre que a éstas acuda la Reina, las citas no se han alterado. La agenda es intensa: a las 11 horas, Don Felipe recibe a la presidenta de las islas Baleares, Francina Armengol; a las 11:40 de la mañana, a la presidenta del Parlamento Balear, María Consuelo Huertas; acto seguido, a las 12:20, al alcalde de Palma de Mallorca, José Francisco Hila; y a la una tendrá la última audiencia con el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyant. Cuarenta minutos de reunión con cada uno y después se desconoce qué hará con sus hijas, que seguramente querrán ir con Doña Sofía y sus primos Urdangarín y Marichalar a disfrutar de la final del curso de vela en Calanova, la escuela que les ha impartido su tradicional cursillo veraniego a los sobrinos del Rey Felipe. Esta tarde es la entrega de diplomas a los «grumetes» y, más tarde, la merienda, con esas patatas fritas y chucherías que tanto les tienen que gustar a Leonor y Sofía, porque el año pasado no se separaban de los cuencos mientras Felipe Marichalar y su primo Juan Urdangarín se batían a duelo con las brochetas.
Por cierto, este primer encuentro con las fuerzas políticas no excluye volver a verse en unos días, ya que la tradicional cena en el palacio de la Almudaina con las autoridades tendrá lugar a lo largo de la próxima semana y también, como adelantábamos el pasado sábado en LA RAZÓN, el miércoles cenará con unos 250 representantes de la sociedad balear, el sábado 8 entregará los trofeos de las Regatas de la Copa del Rey de Vela y el domingo 9, en el auditorio de Palma de Mallorca, actúa el tenor Juan Diego Flórez, cita a la que es previsible que acudan. Entre medias, mucha regata, alguna excursión a un lugar de interés, quién sabe si a un mercadillo o a una exposición, y de anfitriones para las visitas ilustres.
Esta llegada escalonada de la Familia Real y de la familia del Rey se ha visto sorprendida con la noticia de la rebaja de la fianza a la infanta Cristina, que la audiencia de Palma de Mallorca pasa de los iniciales 2.697.150 de euros a casi medio millón, concretamente 449.525 euros. Así comienzan las vacaciones reales, aunque el matrimonio Urdangarín esté representado en esas jornadas familiares por sus cuatro hijos. La Reina Sofía se instaló en Marivent con su hermana Irene en el mes de junio, el Rey Juan Carlos no está en Mallorca y la Infanta Elena llegó a primeros de semana con su hija Victoria Federica, que ha terminado con buenas notas su curso en el internado inglés.
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