Diego Osorio: «El dinero y las mujeres nunca se cuentan»

El actor y ex de Ana Boyer confiesa que se ve casado con su actual pareja, la hija de Bono.

Asistimos en Londres, con el actor Diego Osorio, a la presentación mundial del nuevo SUV de Range Rover, el Velar. Hablamos con él y también coincidimos con una prima de la princesa Corinna, Lili Zu Sayn Wittgenstein, que nos comentó que conoció «al Rey Juan Carlos en una cacería que dio la princesa Von Thurn y Taxis, pero no estaba con Corinna, que es estupenda y muy buena madre».

El padre de Diego Osorio jugaba al polo. Su hijo también lo practica. Miguel Osorio y Díez de Rivera era marqués y conde, pero Diego Osorio Nicolás-Correa no tendrá más título que el conseguido estudiando Administración de Empresas en Inglaterra. Es un joven sobradamente preparado que hace unos años le dio un disgusto a su madre, Gloria, cuando le dijo que abandonaba las finanzas para dedicarse a la interpretación: «Lo lleva mal, la verdad, pero ve que no vivo debajo de un puente, que soy feliz, y lo acepta».

El joven, que se hizo conocido en la sociedad española por haber sido el primer novio de Ana Boyer y el intermedio de Eugenia Silva, decidió hace cinco años dedicarse a «lo que más me gusta en el mundo: la interpretación». Quizá su novia actual, Jordan Hewson, hija de Bono, el cantante de U2, le sirva para abrirle las puertas de los «photocall» de Estados Unidos. Se conocieron por amigos comunes y Osorio está enamorado hasta la médula, tanto es así que ambos ya se han presentado mutuamente a sus respectivas familias políticas.

Jordan estuvo en Navidades en España y Diego hizo lo propio en Dublín, con un incidente menor: los vinos y velas que llevaba como regalo para sus «suegros» le fueron requisados en el control de seguridad del aeropuerto. «Ella subió a Instagram una foto de los dos juntos el día de mi cumpleaños, 31 de diciembre, y así es como se hizo público. Estoy muy feliz. Jordan trabaja también en Nueva York en una empresa de tecnología social. Me veo casado porque vengo de una familia con un núcleo muy divertido de cinco hermanos», afirma a LA RAZÓN.

Él no reniega de esa doble realidad en la que vive: «Es verdad que mi familia es aristócrata y he sido novio de mujeres conocidas. Mi padre siempre decía “que el dinero y las mujeres nunca se cuentan”, pero es verdad, así es mi vida y no hay ningún conflicto. Lo que me considero es lo que soy, actor. Estoy muy orgulloso de mi familia, pero no me considero ni más ni menos que nadie por los títulos que puedan llegar a tener, ni tampoco mejor o peor por haber estado con una niña o con otra. Soy una persona normal y corriente que se enamora y desenamora de gente y parte de ellas han sido interesantes para la Prensa. Yo voy a lo mío, al margen de los titulares que se hagan de mí».

Es socio de una empresa de motos pero asegura que su coche siempre ha sido un Range Rover Sport porque «aprendí a conducir en el campo con un Defender, son coches que no te dejan tirado». Según Google, Osorio vive a caballo entre Nueva York y Madrid y se encarga de manejar un fondo de inversión familiar, unos datos que deben ser actualizados según él mismo nos aseguraba en Londres: «Llevo ya muchos años viviendo en Manhattan de mi trabajo como actor; si no lo viera viable no seguiría. Estoy triunfando porque vivo de lo que me gusta, pero obviamente viviría mejor si estuviera en España, porque haría más cosas».

Como actor su sueño sería «interpretar al malo de James Bond» y como se inclina por los papeles de malo, hizo dos pruebas para «Narcos», pero se quedó fuera. Por su afición a la caza tuvo un incidente cuando disparó su escopeta e hirió de rebote a un amigo, un tema que está a punto de resolverse en estos días. «Estoy encantado de aclarar este asunto. Fue un accidente serio que me duele muchísimo. Ocurrió en 2008 y me resulta terrible recordarlo. Hubo un proceso legal y ahora toca pagar unas costas y eso haré. Soy español y tengo un domicilio en España, aunque vivo en el extranjero. Estoy en manos de mis equipos de abogados», afirmó. En Manhattan seguirá viviendo, si Trump lo tiene a bien. «Me parece que su política exterior es muy peligrosa. En Nueva York soy emigrante, tengo una licencia de trabajo que tengo que renovar y me pueden echar en cualquier momento; así lo sentimos muchos de los que vivimos allí», explicó.