El divorcio planea sobre los padres de Catalina

La Prensa británica culpa del bache matrimonial al fuerte carácter de ella

Los Middleton siempre han contado con privilegios en el Palacio de Buckingham. Isabel II siempre ha valorado la estabilidad que aportan a su nieto, el príncipe Guillermo, quien creció con unos padres divorciados. En Londres se dice que Catalina ha sido la única consorte real que no ha tenido que abandonar a su familia el día de la boda. Para evitar los errores del pasado cometidos con la desaparecida Lady Di, de quien siempre se dijo que se sentía muy sola, tanto los padres como los hermanos de la duquesa de Cambridge están muy presentes en su día a día. Pero la foto idílica podría tener los días contados, ya que, según los diarios, el matrimonio formado por Michael y Carole no atraviesa su mejor momento. ¿El motivo? El fuerte carácter de ella.

Actitud dominante

La Prensa siempre ha retratado a la madre de Catalina como una mujer controladora. Con la llegada de sus nietos, su actitud dominante podría haber ido a más. Según el «Daily Mail», tras el nacimiento de la princesa Carlota llegó incluso a pensar vender su casa en Blackerbury para mudarse a una mansión de Anmer Hall y estar más cerca de los futuros reyes de Inglaterra. Y ante tanta presión, Michael podría haber dicho basta. Es más, en los mentideros se dice que se fue algunos días de casa tras una fuerte discusión.

En cualquier caso, será cuestión de tiempo para corroborar si los rumores son ciertos o no, porque desde la gran boda real en abril de 2011, la prensa ha querido separar a los suegros del príncipe Guillermo en multitud de ocasiones. Lo cierto es que un divorcio sería una gran decepción para Isabel II, quien se ha involucrado muchísimo con ellos para satisfacer a su nieto. El pasado enero, sin ir más lejos, fue muy comentada la invitación que realizó a toda la familia para pasar un largo fin de semana en Sandringham House. A la cita no sólo acudieron Carole y Michael, sino también Pippa y James, los hermanos de Catalina.

Para la duquesa de Cambridge, la familia siempre ha sido lo más importante y ahora que es madre aún más. Aunque los británicos empiezan a estar un poco cansados de que cancele sus compromisos con la Corona para estar en casa con sus dos hijos. El mes pasado, por ejemplo, su ausencia en la celebración de St. Patrick fue muy criticada. Pero desde su residencia oficial, Kensington Palace, se pidió comprensión, ya que el 10 de abril comenzará un viaje oficial junto a Guillermo que la llevará a estar varias semanas fuera.