Jaime Peñafiel: «Pablo Iglesias se comportó como un bufón de la corte»

El veterano periodista pasea su último libro, «Reinas y princesas sufridoras» (Grijalbo) con otro ya en la recámara sobre las similitudes entre las existencias de Doña Sofía y su antecesora en el trono, la reina Victoria Eugenia («Vidas paralelas»).

–Publicó «El rey no abdica» y tres años después abdicó. ¿Tiene miedo de que las reinas y las princesas dejen de ser «sufridoras»?

–Bueno, lo de «El rey no abdica» no fue una metedura de pata mía, lo dijo él en su mensaje de Navidad. Si hubiera puesto «el rey no abdicará nunca...».

–¿Los reyes sufren menos?

–Ellas son víctimas a veces del desamor de ellos; por supuesto que hay también príncipes y reyes desgraciados, pero son menos.

–¿Qué opinión le merecen las últimas revelaciones sobre el Rey emérito y Corinna?

–Yo tengo mucho respeto por lo que publican los compañeros porque cada cual tiene sus fuentes y no voy a dudar nunca, pero se ha dicho que Felipe González y Rafael Spottorno habían sido los autores de la abdicación de Don Juan Carlos y ellos mismo lo han desmentido. Que el Rey llamara a un amigo para pedirle una pistola para suicidarse, eso no se lo cree nadie, entre otras cosas porque tiene una colección de armas (risas).

–¿Cree que volverá a sorprender a los españoles o será un retiro tranquilo, sin salidas de tono?

–Ya lo dijo Victoria Eugenia, mujer de Alfonso XIII: los Borbones son como son. Su fidelidad se les agota con su amor a la patria. Lo que no hay duda es que la salud no ha sido motivo de la abdicación. Tengo mi versión: creo que fue un complot familiar de la esposa, el hijo y la nuera, los tres tenían motivos.

–Empecemos por la esposa. Usted le dedica el capítulo más extenso, por ser «la más sufridora». Relata episodios como cuando murió su madre y el Rey ni se lo dijo ni la acompañó.

–Su matrimonio no fue por amor, aunque Doña Sofía sí estaba enamorada. Oportunidades para divorciarse y motivos han tenido, muchos, pero no lo han hecho por el bien de la institución. De todas formas, el divorcio ya no es negativo: tenemos una Reina que es divorciada, la Infanta Elena...

–Asegura que la Monarquía se ha vulgarizado.

–Exactamente. Es una institución medieval que ha llegado al siglo XXI como ha llegado. Necesitaba un aire fresco y se produjo con la boda de herederos con personas que nada tenían que ver con la realeza. Han aportado modernidad y en algunos casos mucha vulgaridad. Letizia ha modernizado tanto, tanto la Monarquía por abajo que la ha vulgarizado.

– ¿Cuánto puede durar la monarquía?

–Bueno, las monarquías, que no son democráticas pero sí constitucionales, tienen recorrido mientras se mantengan de una manera ejemplar. Si en España triunfa Podemos, la Monarquía puede que lo pase mal. No hace mucho Pablo Iglesias decía que si Felipe quiere seguir siendo rey tendrá que presentarse a unas elecciones, lo cual es una ignorancia supina de lo que es una monarquía. En España hoy goza de buena salud, Felipe posee una buena escuela, pero nada que ver con Don Juan Carlos: no tiene carisma ni carácter.

–Si un republicano le regala al Rey la serie «Juego de tronos», ¿qué regalo se le ocurre para Pablo Iglesias?

–A mí me pareció aquello una insolencia y una impertinencia, se comportó como un bufón de la corte. Cierto es que se dirigió a él diciéndole «Majestad», con lo cual se contradice. Quería dar el número y lo dio.

–¿La Reina Letizia es mejor que la Princesa Letizia? Le pregunto porque tras alzarse usted como su «detractor de cabecera» ha llegado a decir recientemente que ella es quien ha hecho más amable y cercano al Rey.

–Yo suelo ser muy objetivo, nada visceral, pero soy crítico porque tenemos la obligación de serlo. No soy cortesano entre otras cosas porque no soy monárquico.

–¿No lo es?

–No, yo era juancarlista, Don Juan Carlos ya no existe como rey y ya no soy nada. Felipe para mí es el Jefe del Estado y le respeto. Lo conozco desde que nació y ha sido durante mucho tiempo un chico maleducado, con una oligarquía femenina de la madre y las hermanas, con mal carácter, seco, serio... y llega Letizia y le ha cambiado positivamente, hay que reconocerlo. Lo que pasa es que debe saber que ella no es la titular sino la consorte.

–¿La Reina ha sido fiel?

–De ella no hay ninguna historia, incluso dice que sólo ha tenido un único amor, Juanito. Ha llegado a decir: mi vida es la vida del Rey, lo cual es un drama.

–De la Infanta Cristina dice que trajo la desgracia desde que nació, y además van «in crescendo».

–¿Sabe por qué? Porque se esperaba la llegada de un varón. Cristina es la niña de en medio, la quiere todo el mundo pero no la quiere nadie en concreto. Fue la primera que forzó una boda que el Rey no deseaba, porque o la autorizaba o se iba a vivir con él públicamente. Letizia no ha engañado a nadie y se ha comportado. Ahora, le falta naturalidad, como Máxima de los Países Bajos, que es, máxima en todo. Ella está pendiente solo de sorprender a la prensa con su ropa, con sus peinados...

–Pero, ¿es ella o la Prensa?

–No, no, es ella. Cuando llega a un sitio lo primero que hace es mirar dónde están los fotógrafos. La Prensa se dedica a hablar no de lo que hace, sino de cómo viste y cómo se comporta.

–¿Abdicará usted alguna vez de la profesión o con las botas puestas...?

–Con las botas puestas, por supuesto. Llevo 50 años en esta profesión y hasta que Dios diga.