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Jorge de Camps y Galobart: «Estaremos siempre al lado de España y del Rey»
Jorge de Camps y Galobart. Barón de Algerri y marqués de Camps. El noble habla de la situación actual de Cataluña y de la repercusión que supondría la declaración unilateral de independencia. «Separados del resto de España, los catalanes viviríamos muchísimo peor», asegura en esta entrevista
El noble habla de la situación actual de Cataluña y de la repercusión que supondría la declaración unilateral de independencia.
Jorge de Camps y Galobart, IV barón de Algerri y V marqués de Camps, es el actual protector-presidente del Real Cuerpo de la Nobleza, Antiguo Brazo Militar del Principado de Cataluña y condados del Rosellón y de Cerdaña. El primer barón de Algerri, Juan de Camallonga, recibió el título en 1541 del rey Carlos I de España, emperador de Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V. Era señor de los castillos de Algerri y de Boix, en la entonces veguería de Balaguer, y era también secretario de Su Majestad. Algerri es hoy un municipio ilerdense. Desde finales del siglo XVI hasta la desamortización del siglo XIX los territorios de la baronía pertenecieron a los abades del Real Monasterio de Santa María de Poblet, panteón real de los monarcas aragoneses, condes de Barcelona. Su actual titular lleva en su sangre la de notables linajes catalanes como los Font, Aviñó, Matas, Alós, los Olzinelles, los Tos, los Vallés, los Casanova, Cartellà, Rocabertí, Lauria, Sarriera, Cardona, Darnius, los Subirats o los Rovira, y está emparentado con los marqueses de Galtero o los también catalanes barones de Quadras, los duques de Santángelo y los barones de Satrústegui. Y ostenta además un título pontificio, el de marqués de Camps otorgado por Pío IX en 1876 a Pelayo de Camps y Matas, diputado por Gerona, senador del Reino, fundador y presidente del Instituto Agrícola Catalán de San Isidro.
El actual barón de Algerri preside el Cuerpo de la Nobleza que, junto al Real Estamento del Principado de Gerona, es unas de las dos corporaciones nobiliarias catalanas que aglutinan buena cantidad de miembros de la nobleza de Cataluña, titulada o no.
–El Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña (RCNC) tuvo antiguamente la función de congregar a la nobleza catalana e influir en la política del Principado. ¿Sigue realizando hoy esas funciones?
–Sigue ejerciendo la función de reunir, aglutinar y congregar a la mayoría de la nobleza catalana pero su influencia en la política del Principado es inexistente a nivel corporativo. El objeto primordial de este Real Cuerpo es agrupar corporativamente a la nobleza tradicional de Cataluña.
–¿Qué vinculación existe entre el Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña y la Corona?
–Todos los caballeros de este Real Cuerpo juran en el momento de su cruzamiento lealtad al Rey y por tanto a la Corona como institución, con lo que eso significa. Uno de los objetos primordiales del RCNC es ser ejemplo de fidelidad a la Monarquía española.
–¿Cuáles son las actividades que realiza el Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña? ¿Qué perfil tienen sus miembros?
–Organiza ciclos de conferencias, sustenta una labor de mecenazgo y mantiene vivos sus privilegios tradicionales como son reunirse en la sala capitular de la catedral de Barcelona, portar las varas del palio en la procesión de Corpus Christi, la comida anual por San Jorge en el refectorio del Real Monasterio de Poblet, viajes institucionales, como por ejemplo a Italia, reforzando las relaciones con corporaciones análogas tanto en España como fuera de ella.
–¿Conserva la nobleza catalana aún importante patrimonio histórico-artístico? ¿Qué sacrificios implica su mantenimiento?
–La conservación del patrimonio histórico-artístico heredado de nuestros mayores implica unos sacrificios económicos enormes, porque en general son casas muy antiguas, verdaderos pozos sin fondo de gastos, y la ausencia de subvenciones implica que el esfuerzo para su conservación sea plenamente personal.
–Usted lleva un título de barón, más común en Cataluña que en otras regiones. ¿A qué se debe?
–Yo llevo un título de barón que fue concedido por el rey Carlos I. El barón era tradicionalmente el señor de un territorio no fronterizo. Marqués era el señor de un territorio con marca, con frontera. Cataluña, que al principio era marca hispánica, dejó de serlo y muchos de sus señores ostentaron el título de barón.
–¿Cuál es el sentimiento de la nobleza catalana ante las aspiraciones independentistas?
–La solicitud de admisión en el Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña es voluntaria. Si es admitida, se perfecciona en el cruzamiento. Los caballeros juran, de forma explícita, lealtad a España y al Rey. Si no lo cumplieran serían –cuando menos– perjuros. Por tanto, ésos son los sentimientos de los que pertenecen a este Real Cuerpo que, por otra parte, agrupa a la mayoría de la nobleza catalana. Me encantaría atraer a este Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña a aquellos nobles catalanes que aún no pertenecen a él.
–Existe el tópico de que la nobleza catalana habla más castellano que catalán. ¿A qué se debe?
–Es cierto que, especialmente los que pertenecen a mi generación –yo tengo 61 años– hablamos más castellano que catalán porque fuimos educados en castellano. Además, si alguien de Cataluña se casaba con alguien de fuera de Cataluña se hablaba en castellano y se vivía en castellano. Naturalmente, los que vivimos en Cataluña hablamos los dos idiomas.
–Su antepasado Rafael de Camps recibió privilegio de nobleza de Felipe III por su defensa de Gerona contra las tropas francesas ¿Cuál es hoy el papel de la nobleza titulada y no titulada?
–Una de las principales funciones de la nobleza, antes y ahora, es la de proteger al débil. Además, llevar un apellido noble es un honor que conlleva siempre una responsabilidad, que obliga a una conducta ejemplar en todos los aspectos de la vida. A lo largo de la historia ser noble significa lo que significa precisamente por todo esto.
–¿Cómo es considerada la nobleza desde las instancias oficiales de Cataluña?
–Las instancias oficiales de Cataluña nos consideran desde luego con todo respeto. Aunque esta pregunta la tendrían que contestar ellos también porque en realidad no tenemos ninguna relación.
–¿Es la nobleza catalana un grupo principalmente conservador?
–La nobleza es principalmente conservadora, quizá porque tiene algo que conservar, pero lo cierto es que hay de todo.
–¿Ha sido recibido el Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña por el actual monarca reinante o por el anterior? ¿Se consideran respaldados por la Corona?
–Fue recibido por S.M. el Rey Don Juan Carlos I, aunque aún no lo ha sido por S.M. el Rey Don Felipe VI. Este Real Cuerpo está al servicio de la Corona para lo que haga falta.
–¿Es difícil ostentar un título nobiliario en Cataluña? ¿Es necesaria la discreción en su uso para evitar situaciones desagradables?¿Cree que ésa es una buena práctica?
–Es cierto que en Cataluña los títulos nobiliarios se usan mucho menos, por ejemplo, que en Madrid quizá porque hay menos, porque la sociedad es diferente, porque hay muchos que no saben cómo reaccionar cuando te presentan con el título. Pero por muchas razones se deberían usar. Yo nunca me he encontrado en una situación desagradable por usar el título. Puedo entender que en la vida profesional no se usen. Pero socialmente, los títulos están para usarlos y es un honor llevarlos. Por desgracia, antes los títulos estaban en el pasaporte y ahora no están a pesar de que tienen existencia legal en España.
–¿Participan habitualmente los nobles titulados catalanes en las reuniones de la Diputación de la Grandeza de España?
–Muchos títulos catalanes están en la Diputación. Hasta hace muy poco tiempo un gran amigo mío, el marqués de Ciutadilla, era consejero de la Diputación. En la celebración del bicentenario de la Diputación hubo muchos títulos catalanes, como el marqués de Ciutadilla, las marquesas de Foronda, Marianao y Alfarrás, la baronesa de Quadras, la condesa de Rius, el conde de Godó y otros.
–¿Qué diferencia a la nobleza catalana de la del resto de España?
–En cuanto a la nobleza de sangre, la catalana siempre fue personal no, como en otras zonas en las que se otorgaba carta de nobleza a todos los habitantes de un territorio. Respecto a la titulada, el hecho, ya mencionado, de que por desgracia los títulos se usan menos en Cataluña
–Usted desciende de linajes catalanes y de otras regiones como el País Vasco, por su cuarto apellido Satrústegui ¿Considera que la endogamia de la nobleza catalana es inferior, similar o superior a la del resto de España?
–En la actualidad no existe endogamia en la nobleza catalana.
–En el caso de que Cataluña se declarase independiente del resto de España, ¿la nobleza catalana debería jugar algún papel?
–La nobleza catalana estará siempre del lado de España y del Rey.
–¿Considera que en caso de una declaración unilateral de independencia se debería aplicar el art. 155 de la Constitución?
–Quien debe aplicar la Ley, si procede, debe aplicar todos sus artículos y no unos sí y otros no.
–¿Se siente cómodo en el actual estado de cosas en Cataluña?
–Hay una parte importante de la sociedad (pero desde luego, no la mitad) que quiere la independencia y que está protegida por el poder político que también la quiere. Todo esto deriva en una situación cuanto menos incómoda.
–¿Pudo ver el reciente debate entre el ministro de Asuntos Exteriores y el líder de ERC? ¿Qué opinión le mereció?
–Sí, vi el debate por internet porque no estoy en este momento en Cataluña. En primer lugar puedo decir que fue un ejemplo de diálogo y concordia, por lo que, por ese lado, enhorabuena. Pero existe una connotación negativa. Quien tiene que decidir qué pasará en el hipotético caso de que Cataluña se independice ya lo ha dicho de modo claro y meridiano. El presidente de la Comisión ha dicho que Cataluña quedaría fuera de la Unión Europea. Pero hay quien no quiere escucharlo y niegan la mayor porque se les derrumba el castillo de naipes que han construido. Por mucho que se diga que la independencia sería muy positiva, no lo es. Todo esto ha derivado en un sinsentido cuando el tema de la independencia no se debería ni plantear. Se puede hablar de todo pero con ganas de solucionar las cosas.
–¿Cree que los catalanes vivirían mejor separados del resto de España, como país independiente?
–Claramente no. Viviríamos muchísimo peor.
–¿A qué achaca lo que podríamos denominar «el problema catalán?» ¿Sugeriría alguna solución?
–Lo que está aquí en juego es el principio de solidaridad. Para algunos, nunca es bastante. Cuando veo una persona que está en paro no pienso «usted me está robando» porque se le pague el subsidio de desempleo. Existe el principio de solidaridad: hoy por ti mañana por mí. Todos los españoles tenemos que ser iguales ante la Ley, con igual acceso a los servicios sociales, educación, etc. Los impuestos los pagan las personas, no los territorios.
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