Mario Conde
Conde, en capilla y por la puerta de atrás
El ex banquero salió de prisión para asistir a la comunión de su nieto y, aunque iba escoltado por la Guardia Civil, llegó en un coche camuflado y entró por la puerta trasera
El ex banquero salió de prisión para asistir a la comunión de su nieto y, aunque iba escoltado por la Guardia Civil, llegó en un coche camuflado y entró por la puerta trasera
Gracias al permiso de cinco horas que obtuvo esta semana, el ex banquero pudo asistir ayer a la primera comunión de su nieto, el hijo mayor de Alejandra Conde. Como estaba previsto, llegó escoltado por la Guardia Civil, pero no en un coche policial, sino en un discreto Peugeot 407 gris con cristales tintados. El antiguo presidente de Banesto se encuentra preso en la cárcel de Soto del Real mientras se le investiga por blanqueo de dinero y por eludir el pago de alrededor de 14 millones de euros que debe tras su condena por los casos «Argentia Trust» y «Banesto».
La comunión se celebró ayer a las 18:00 en el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, en Madrid, donde su hija también estudió, y que queda muy cerca de la antigua residencia de Conde. A su llegada, la Prensa inmediatamente intentó acercarse para fotografiarlo, pero la seguridad del colegio lo impidió. Al ver el alboroto, en vez de detenerse en la entrada principal, como el resto de invitados, el coche de Conde siguió hasta el aparcamiento escoltado por un segundo vehículo conducido por una mujer. Una vez en el parking, el conductor giró a la izquierda por un callejón y se detuvo frente a una puerta trasera del edificio San Ignacio, donde la ceremonia estaba a punto de comenzar, pues eran ya las seis de la tarde. Varias personas esperaban a Conde en la puerta, pero ninguna de ellas era su hija. El banquero bajó del coche, sonriente, sin esposas y muy elegante con traje oscuro, camisa rosa y el pelo engominado. Entró rápidamente en el recinto, mientras uno de los dos guardias que lo escoltaban permaneció fuera.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz también dio permiso a Alejandra Conde, que se encuentra bajo arresto domiciliario, para asistir ayer la comunión de su hijo mayor, de nueve años. Sin embargo, no se les vio entrar a ninguno de los dos por la puerta principal del colegio. Su esposo, Fernando Guasch Vega-Penichet, con quien se casó en 2004, y sus dos hijos más pequeños tampoco se dejaron ver.
Conde tenía permiso para permanecer fuera de prisión hasta las 21:00, por lo que le habrá dado tiempo a asistir junto a su familia e invitados a la celebración en el chalet que él le regalo a su hija tras su boda, en la urbanización La Quintaleja, en El Encinar de los Reyes. Alejandra, acusada de dirigir el supuesto entramado fraudulento de su padre, tiene muy restringidas las salidas de casa, pero sí puede recibir visitas.
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