Artistas

Miguel Bosé: la tragedia no le reconcilia con su familia

Su presencia en el tanatorio para dar el último adiós a su sobrina sorprendió a todos, pero más al clan. Ni siquiera el dolor por la pérdida de un familiar ha podido volver a unirles

La actuación de Bimba y Miguel Bosé, interpretando «Como un lobo» (2007), fue alabada por público y crítica
La actuación de Bimba y Miguel Bosé, interpretando «Como un lobo» (2007), fue alabada por público y críticalarazon

Su presencia en el tanatorio para dar el último adiós a su sobrina sorprendió a todos, pero más al clan. Ni siquiera el dolor por la pérdida de un familiar ha podido volver a unirles

«Buen viaje mi cómplice, mi compañera, mi amor, mi hija querida. Guíame». Así se despedía Miguel Bosé en Twitter de Bimba. Eran uña y carne, tío y sobrina, pero, también, íntimos amigos y confidentes. Trabajaron codo con codo en numerosas ocasiones y para la memoria colectiva quedará uno de sus duetos más exitosos, «Como un lobo», incluido en el disco «Papito» (2007), con el que el cantante celebró sus 30 años de carrera. Aquella actuación fue alabada por público y crítica. Sus protagonistas eran como almas gemelas. De hecho, Miguel, que tiene cuatro hijos adoptivos (Diego, Tadeo, Ivo y Telmo), consideraba a Bimba la hija que nunca tuvo. Y es que la modelo tenía un carácter muy parecido al suyo: independiente, rebelde, cariñosa a veces, pero con demasiado genio en otras. Los dos han ido siempre, como se dice coloquialmente, «a su bola», sin intermediaciones familiares ni cortapisas. Huían de influencias y tomaban decisiones en solitario.

Nada que ver con la relación que mantienen Miguel y Olfo, el hermano de Bimba, o con la madre de ambos, Lucía. Se hizo patente el distanciamiento entre los tres en el tanatorio de la Paz, donde se velaron los restos mortales de Bimba. No hay señales de acercamiento ni de cariño: Olfo, abrazado a su progenitora y Miguel, dos pasos por detrás, como queriendo marcar las distancias. Tampoco posó en la foto familiar realizada el miércoles en casa de la abuela Lucía, en Segovia, en la que parte de los Dominguín Bosé se fotografiaban con actitud de alegría y esperanza, que es lo que Bimba les transmitió siempre. «Ni más ni menos. Iguales. Amor. Siempre familia», lanzó Olfo en las redes sociales, un mensaje que, según amigos de Bimba, «no se corresponde con la realidad», porque en ese «siempre familia» no se puede incluir a su tío, que parece haberse independizado de los suyos. Miguel apareció en el tanatorio cuando nadie le esperaba. Cabizbajo, inmensamente triste, por la puerta de atrás y sin atender a los medios. Para su familia fue una sorpresa, ya que estaban convencidos de que no llegaría a tiempo al encontrarse en América realizando una gira. Pero parece ser que alquiló un avión privado para no perderse el último adiós a su sobrina. Él era uno de los que más confiaba en la recuperación de Bimba y siempre tuvo palabras de ánimo y cariño hacia ella. Es fácil de comprender que ella se convirtiera en su confidente por lo bueno y lo malo. Cuando el cantante residía en Madrid, rara era la semana que no quedaban. En ella se veía a sí mismo de joven. El inconformismo de Bimba, su «transformismo» en el vestir y la pose contestataria le recordaban viejos tiempos, aquellos en los que muchos censuraron su filosofía de vida.

Vuelta a panamá

Todos pensábamos que Bosé pasaría unos días en la capital visitando a las hijas de Bimba, Dora y June. Pero no fue así. El miércoles tomaba un vuelo hacia Panamá. El viaje fue visto y no visto. Llegó al aeropuerto en un coche que le llevó directamente a la «terminal ejecutiva», donde una furgoneta le esperaba para llevarle a la escalerilla del avión. Antes de abandonar España, se sintió muy molesto al enterarse de los ataques en las redes contra él y Bimba que criticaban su orientación sexual. Otros llegaban incluso a alegrarse, y así lo reflejaban en sus desagradables tuits, de la enfermedad y fallecimiento de Bimba. La Fiscalía de Criminalidad Informática determinará si esos mensajes pueden ser considerados delitos de incitación al odio, lo que daría lugar a una actuación de oficio por parte del Ministerio Fiscal.

Una amiga del artista desvela a LA RAZÓN que «a pesar de la imagen que da, Miguel es un hombre sensible y cariñoso, y la muerte de su sobrina le ha producido un gran ‘‘shock’’. Desde que le diagnosticaron la enfermedad estuvo siempre ahí para lo que hiciera falta». A pesar de los desencuentros fraternos, la relación de Miguel con su madre, Lucía Bosé, es más fluida. Ella es quien pasa más temporadas en Panamá cuidando de sus nietos. El cantante vive en Costa del Este, donde ha encontrado la privacidad que buscaba. Además, allí tiene grandes amigos, que serán ahora su paño de lágrimas.