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Y llegó mi tiempo...

Carmen Lomana, en su casa celebrando Halloween con Alaska, Mario Vaquerizo y Topacio Fresh
Carmen Lomana, en su casa celebrando Halloween con Alaska, Mario Vaquerizo y Topacio Freshlarazon

Todo en la vida tiene un tiempo y el mío en «Master Chef» ya había llegado. Sabía que esa semana me eliminaban por cómo iban surgiendo los acontecimientos. Además, estaba ya muy cansada, no solo físicamente sino aún más mentalmente. No me gustaba nada la imagen que pretendían transmitir de mí, de señora que todo le daba igual y que no se esforzaba, criticando muy sutilmente un estilo de vida que solo ellos imaginaban y haciendo que pareciese todo bastante ridículo. Yo no seré la mejor cocinera, pero me esforcé al máximo. En las pruebas de exteriores me dejé la piel y en plató hice lo que pude, que fue bastante, pero todo es muy aleatorio. Me acusaban de tranquila, como si eso fuese un defecto terrible y en la vida hubiese que hacer todo «atacado» y pegando gritos. Siempre terminé a tiempo, incluso antes de esa terrible hora amenazante durante todo el cocinado. Mis equipos fueron los ganadores durante siete semanas. ¿Que era un talismán? Lo dudo, era una mujer que se esforzaba al máximo y evitó que se quemasen muchas cosas, que en esa locura de cocinas nadie se acordaba qué habían depositado en ella.

Cuando se editan y montan los vídeos pueden jugar con las imágenes como quieren. De todo esto me he dado cuenta en la emisión, Hubo unas palabras que me dedicó Samantha que son las que más me dolieron: «No tienes ni idea de lo que es trabajar», y ahí sí que me encendí porque toda mi vida, desde el colegio, he sido una mujer muy trabajadora y dispuesta a cooperar y a ayudar a todos mis compañeros. Hace 19 años que me quedé viuda y si fuese una vaga sería difícil poder seguir teniendo una vida bastante confortable y manteniendo a tres trabajadores con sus seguros sociales. A mí nunca me toco la lotería, ni Guillermo y yo dimos un «pelotazo». Todo lo que tengo es fruto del trabajo y el esfuerzo de los dos. Por todos estos motivos, cuando me fui sentí una liberación junto con una gran pena por tener que abandonar a queridísimos compañeros y al equipo de la productora Shine. Desde el primero hasta el último. Todos eran profesionales extraordinarios que, junto a la directora, Macarena Rey, consiguen una maravilla de producción que está batiendo récords de audiencia. La experiencia ha sido inolvidable y la mayor satisfacción es cuando por la calle me comentan que se han reído y lo han pasado bien conmigo. La televisión es espectáculo y entretenimiento y en «Masterchef» se aúnan las dos cosas. En este largo fin de semana con la fiesta de Todos los Santos deberíamos rescatar de entre falsas telarañas, disfraces y calabazas el verdadero sentido de este día para homenajear, recordar y brindar por los que se marcharon dejando un enorme vacío en nuestras vidas. Por nuestros padres, abuelos, primos, hermanos; por nuestros amigos y amores que se fueron tan pronto pero que siempre están en nuestro corazón. A cada uno de ellos hay que dedicarle un cálido recuerdo con las palabras «gracias, os quiero, nunca os olvido y vuestra ausencia está escrita en mis recuerdos». Es duro pensar que dejaron de ver nuestros ojos y nosotros los suyos cuando quedaban tantos planes por hacer en el libro de nuestra vida. Por todos los que lucharon por ser felices y murieron luchando por conseguirlo. Ellos son los santos de nuestras vidas y a los que yo personalmente me encomiendo y recuerdo con especial cariño este día y casi todos los de mi vida. El jueves fui a comer con mi hermana y todos su hijos y nietos. Hay una gordita de un año que disfrazaron de esqueleto y era digno de verla. Casi me muero...