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«Parks & Recreation»: La sucesora incomprendida (pero necesaria)
Pertenece al género de falso documental que puso de moda «The Office»
Pertenece al género de falso documental que puso de moda «The Office»
Otro fin de semana por delante para disfrutar de un verdadero maratón seriéfilo, y en esta ocasión la propuesta es una comedia política, con una mujer a la cabeza y muchas situaciones surrealistas por delante. Pero no, no se trata de la premiada Julia Louis-Dreyfus y su «Veep», que también es una gran serie, sino de su «versión» local y tierna, «Parks & Recreation». Porque si la primera es la comedia política actual por excelencia, «Parks& Recreation» es su incomprendida y necesaria predecesora, que se preocupa por la política local más que por las relaciones internacionales. Ésa que en el fondo es la que le interesa al contribuyente.
Ambientada en la localidad imaginaria de Pawnee, la comedia de la NBC se centra en Leslie Knope, una mujer joven y tenaz que vive por y para sus vecinos. Leslie es adicta a su trabajo en el departamento de parques y juegos de la ciudad, y desde su humilde puesto intenta que el día a día de los «pawneanos» sea más llevadero. Tras siete temporadas, el personaje interpretado por la cómica estadounidense Amy Poehler se ha convertido en el espejo en el que se miran muchos de los abnegados funcionarios estadounidenses que se ven totalmente reflejados en el trabajo de Knope, una labor que demasiadas veces consiste en acudir a disparatadas reuniones vecinales y organizar ferias anuales con la más peregrina de las excusas.
Perteneciente al género del «mockumentary» o falso documental, que puso de moda «The Office», el arranque de «Parks & recreation» no fue precisamente fácil, incluso puede decirse que no fue hasta el final de la segunda temporada, momento en el que Rob Lowe y Adam Scott se incoporaron al reparto, cuando la serie encontró su tono, su ritmo y su humor propio.
Es evidente que le costó, pero cuando lo hizo la producción se convirtió en una maquinaria perfectamente engrasada, en la que cada personaje tenía su lugar propio y juntos conformaban una historia original, creíble y simpática. Porque tan importante como Leslie es su antigubernamental jefe, Ron Swanson, la desquiciada April Ludgate, el idiota –porque no se le puede llamar de otra manera– de Andy Dwyer o la paciente y mejor amiga de Leslie, Ann Perkins. El sarcástico Tom, la presumida de Donna o el torpe Jerry completan este curioso grupo de funcionarios que, con el paso de los episodios, lograron hacer de su rutina algo con identidad propia; eso que sólo consiguen las grandes producciones.
Además de llevar al estrellato al ahora famoso Chris Pratt, que se ocupaba de dar vida al idiota de Andy Dwyer, «Parks & Recreation» permanecerá en la memoria de los amantes de las series gracias a su innegable capacidad para crear personajes muy carismáticos. A la labor de Poehler en el papel de Knope, representando a las mujeres luchadoras que no se rinden ante los obstáculos y a las figuras políticas que se ocupan de mejorar la realidad a pie de calle, es necesario sumar el trabajo de Nick Offerman interpretando a Ron Swanson. Su mostacho y su arrolladora personalidad le convirtieron en uno de los mejores personajes de una «sitcom» en décadas, aunque el trabajo de ambos no fuese suficiente para que las grandes audiencias se volcasen con la serie, y la encumbrasen como la gran producción que es.
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