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La mejor hora del día para entrenar

El profesor de yoga Emilien Badoux realiza una postura de yoga al amanecer en la cumbre del monte Fort, a 3.329 m sobre el nivel del mar) en los Alpes Suizos / Foto: Efe
El profesor de yoga Emilien Badoux realiza una postura de yoga al amanecer en la cumbre del monte Fort, a 3.329 m sobre el nivel del mar) en los Alpes Suizos / Foto: Efelarazon

Realizar ejercicio por la mañana temprano es una buena forma de empezar el día; al mediodía, tu cuerpo tiene la temperatura ideal para hacer ejercicios intensos; la mayoría de los récords olímpicos se han batido en la segunda mitad del día y el ejercicio antes de ir a la cama puede provocar que luego no llegues al sueño.

Deportistas domingueros

Primera hora de la mañana

La temperatura de tu cuerpo es más baja por la mañana y va subiendo a lo largo del día. Esta hora suele ser peor para ejercicios intensos, porque los músculos están fríos y reciben menos flujo sanguíneo. A cambio, es el momento perfecto para acostumbrarse al ejercicio diario. Una carrera suave o una tabla sencilla de ejercicios con peso corporal puede ser la forma de adquirir el hábito del deporte diario, ayuda a comenzar el día más despiertos y produce la sensación de haber cumplido con tu deber. Correr en ayunas, además, hace que tu cuerpo consuma más grasa, aunque hay que tener cuidado para no pasarse en el resto de las comidas.

Runners

Mediodía antes de comer

A mediodía, antes del almuerzo, tu cuerpo ya ha tenido suficiente tiempo para aumentar la temperatura de su interior. Por lo tanto, es un buen momento para hacer ejercicios intensos, como los sprints, ya que justo después hay un aumento de la testosterona y la hormona de crecimiento, que son necesarias para el crecimiento muscular. Esto te permitirá llevar a tu cuerpo al límite del esfuerzo, que es necesario para ganar potencia y velocidad. Si después de una sesión de entrenamiento comemos, nuestro cuerpo empleará esos nutrientes para reponer las reservas de glucógeno de los músculos y regenerar los tejidos.

Levantadores de pesas

Una merienda por la tarde

Por la tarde, el cuerpo tiene una temperatura más alta, lo que permite realizar esfuerzos más intensos, mayor velocidad, y con menos riesgo de sufrir lesiones, ya que hay una mayor lubricación de las articulaciones, flujo sanguíneo y transmisión de los impulsos nerviosos. Se trata de una gran oportunidad para levantar pesas y, de hecho, la mayor parte de los récords olímpicos se han batido en la segunda mitad del día, mucho más que por la mañana. Aprovecha para entrenar duro antes de cenar, pero cuidado con hacerlo con demasiada intensidad más tarde de lo que debieras, cuando tu cuerpo se haya vuelto a enfriar.

Yoga y pilates

Buena cena previa al sueño

Aunque hay algunas personas que se encuentras demasiado fatigadas al terminar el día, entrenar por la noche tiene ventajas para otras. Hacer deporte a la caída del sol puede tener sus ventajas en el caso de los ejercicios suaves, como el yoga, pero no es nada indicado para otros deportes más intensos. En ningún caso a esas horas debe hacerse un esfuerzo demasiado prolongado, como una larga carrera, o muy concentrado, como levantar pesas. El aumento de cortisol dos horas antes de dormir puede interferir con el sueño, elevando la temperatura corporal y provocando insomnio. Por lo tanto, resultará bastante difícil meterse en la cama y descansar.