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Miguel Abellán: «No soy de despedidas, prefiero hacer bomba de humo como hago en las discotecas»

Asegura que «que los toreros ya no interesemos a los paparazzi es culpa nuestra, que hemos dejado de ser referentes de la sociedad»

Miguel Abellán / Foto de Cristina Bejarano
Miguel Abellán / Foto de Cristina Bejaranolarazon

La imagen le delata. Su flequillo adolescente, la rebeldía y una vacía maleta, que toma por muleta, sus intenciones de quedarse

La imagen le delata. Su flequillo adolescente, la rebeldía y una vacía maleta, que toma por muleta, sus intenciones de quedarse. «Al otro lado del río» la sagaz lengua del madrileño calcula el coste y el beneficio de torear en los medios y balancearse durante dos décadas entre la sinceridad, la valentía y la temeridad.

¿Veinte años no son nada?

Bueno (ríe), yo considero que mi carrera es muy dilatada y la verdad es que cuando empecé no esperaba aguantar tanto en una profesión tan dura. Volvería a firmar toda mi trayectoria, aunque, si pudiese, claro que cambiaría cosas, pero igual terminaría no siendo yo.

¿Qué es más difícil, mantener los pies en la tierra cuando se cruzan en volandas puertas grandes o superar un fracaso?

Superar un fracaso probablemente sea lo más complicado de cualquier profesión, pero asimilar el triunfo cuando te llega tan joven tampoco es fácil. Necesitas una persona de tu mayor confianza que esté a tu lado y te asiente en el suelo, como yo tuve a mi padre, quien me hizo ver la realidad allí donde yo no la veía.

¿Sabría responder al aficionado que se pregunta por qué Miguel Abellán ya no aparece en las ferias?

No, al menos no de forma lógica. Las circunstancias, el sistema, las empresas o los empresarios podrían tener una mejor respuesta.

En la última gala de Tauroemoción denunció públicamente las malas praxis de algunos empresarios.

Quizá, como siempre, yo soy el osado que se atreve a levantar la voz, pero todos sabemos quienés son los empresarios morosos, los toreros que no respetan la profesión y los apoderados que obligan a toreros a actuar en condiciones ilegítimas. Como dije, el antitaurino al toreo es como el daño que le puede hacer una mosca a un dragón. El enemigo está dentro y solo los profesionales podemos eliminarlo.

¿Se paga por torear?

Es una realidad, pero ahí está la decisión de cada uno de prostituirse o no. Yo muchas veces decido no vestirme de torero porque el trato que se me brinda no es el justo.

¿Es complicado preparase sin conocer la siguiente fecha?

Entreno como siempre porque me sigue ilusionando llevar una vida de torero, pero es muy difícil sacrificar tu día a día por una temporada que ni siquiera avistas. De momento ahí seguiré.

¿Considera posible torear solo por dinero?

No, y en mi caso si fuera por dinero ya no estaría en el escalafón. Toreo por vocación, busco esa faena que haga redondear una trayectoria. Si solo me moviera el dinero me dedicaría a las operaciones inmobiliarias, que seguro que ganaría más.

¿Ser mediático perjudica en su profesión frente a perfiles más herméticos?.

No, todo lo contrario. La sociedad de hoy consume lo que ve en los medios de comunicación.

¿Se ha arrepentido de haberse callado algo?

De haberme callado y de haber dicho. Pero forma parte de mi personalidad.

¿Qué futuro le augura a su profesión?

Espero que nos demos cuenta de que por sí sola no va a caminar, de que es el momento de asentar unos cimientos que se están empezando a tambalear.

Es muy habitual verle en eventos benéficos de todo tipo. ¿Su solidaridad no tiene límites?

No, nunca he olvidado que gracias al mundo del toro y muchas almas generosas mis cuatro hermanos y yo pudimos estudiar y tener una vida normal después de que mi padre perdiese una pierna por una cornada. Así aprendí que en la vida hay que ser agradecido, pero no solo económicamente, sino también con mi colaboración activa. Esa es la única razón por la que lo hago, lejos de un supuesto intento de limpiar una imagen, ya que siempre he estado orgulloso de ser torero.

¿Que su profesión sea considerada «de hombres» la convierte en machista?

Es una profesión machista no solo porque la formen hombres, sino porque está muy marcada por ellos. Pero ahora el toreo está gobernado por cabezas más abiertas por lo que animo a que toda mujer que quiera derribar esa barrera lo haga.

¿Se imagina en la televisión en un futuro?

Sí, como la moda, ya lo he compaginado en alguna ocasión y lo he disfrutado. Soy un torero abierto y con curiosidad por otros mundos. No soy solo capaz de torear, de hecho algunas cosas las hago igual de bien.

¿Le obsesionan los «likes»?

No, el peligro de las redes es el mismo que tienen los toros, que te dominen.

Se ha embarcado en el proyecto de una granja móvil, Los Tetes. ¿Nos estamos volviendo muy urbanitas?

Demasiado. Este Proyecto fue una idea de mi madre y no estaba patentada en España. Su objetivo es acercar la granja a los colegios, que han dejado de ir a las granjas escuelas de siempre. Es muy triste ver la reacción asustadiza de los niños con los animales ya que prácticamente no han tenido ninguna experiencia con ellos.

¿Es un mal síntoma que los nuevos toreros no despierten el interés de los paparazzi?

Es culpa de ambos. De la sociedad que ya no tiene como referente a la figura del torero y nuestra porque hemos dejado que eso suceda. Creo que el torero representa todos los valores que se le pueden enseñar a un hijo.

¿Qué opina de la reaparición de Jesulín en Cuenca?

Creo que el maestro hace bien. Todos los toreros que han marcado una época siempre han tenido abiertas las puertas del toreo.

¿Qué le parece el nuevo perfil de político que se está instalando en nuestro país?

Me gustaría pensar que esta nueva generación quiere trabajar para el pueblo y no para ellos, que se dejen de peleas absurdas entre izquierdas, derechas y centro y aporten algo nuevo. No que sea el mismo lobo vestido de cordero, sino que nos quitemos ese lastre de que parece que todos los políticos han metido la mano en el cazo.

Practica deportes de riesgo. ¿Para qué guarda el miedo?

Creo que he aprendido a convivir con él. Me gustan las situaciones complicadas que me plantean retos. Si fuésemos capaces de hacerlo todo, perderíamos el sentimiento de admiración.

¿Ha pensado cómo le gustaría despedirse de su profesión?

No, pero ya lo hice una vez y no dije ni adiós. Supongo que la última será igual. No soy de despedidas, prefiero hacer bomba de humo como hago en las discotecas.

¿Qué lee parece el ejemplo de Juan José Padilla?

Representa como nadie el amor a su profesión, el sacrificio, la humildad, la tenacidad por quedarse con lo positivo de un mundo que tanto le ha castigado y tanto le ha dado. Encaja perfectamente en lo que puede ser el héroe del siglo XXI.

¿Qué lleva en la maleta?

En la maleta de Miguel Abellán nunca falta un libro, ahora «El día que se perdió la cordura», de Javier Castillo. Tampoco ropa y equipamiento para hacer deporte como la raqueta de pádel o las deportivas de «running». Pero lo que nunca llevará es más ropa de la que garantice un viaje de vuelta para luchar por un sitio que considera suyo.