Nueva York
Denibi, una sorpresa española en Nueva York
El diseñador, de origen senegalés pero radicado en Barcelona desde su infancia, deslumbró con su propuesta otoño invierno 2017 en la Semana de la Moda, a la que asistió por segunda vez esta temporada
El diseñador, de origen senegalés pero radicado en Barcelona desde su infancia, deslumbró con su propuesta otoño invierno 2017 en la Semana de la Moda, a la que asistió por segunda vez esta temporada
Son bien conocidos, y pocos, los diseñadores y marcas españolas que desfilan en la Fashion Week de Nueva York. Pero esta temporada se unieron dos más al selecto grupo: Alejandro González, de Palomo Spain, que se presentó en la pasarela masculina con gran éxito, y Fadel Denibi, que mostró este sábado su elegante colección otoño invierno 2017. En realidad, es la segunda vez que Denibi desfila en Nueva York, pero su presencia había pasado casi desapercibida, al menos para la Prensa española.
Denibi nació en Senegal y cuando tenía dos años su madre lo llevó a vivir a Barcelona. Allí estudió Ciencias Informáticas y, en 2014, dio el salto al mundo de la moda. “La gente normalmente me pregunta qué tiene que ver una cosa con la otra, y la verdad es que tienen mucho en común porque, en informática, hay una parte importante de diseño”, explicaba Denibi minutos después de su desfile. Esa experiencia le ha sido muy útil en su proceso creativo, pues afirma que hace sus bocetos a mano, a lápiz, y luego los pasa a rotulador y a Photoshop, con lo que les pone color: “Es un proceso más rápido”, afirma. Su ascenso en la industria sí que lo ha sido: han pasado apenas dos años desde que fundó su marca y ya Denibi forma parte del más importante escaparate de moda del mundo. “Nos costó muchísimo, pero sabíamos que aquí era donde debíamos empezar”, asegura Fadel.
Según el diseñador, de 25 años, sus paseos por la ciudad de Barcelona y los edificios de Gaudí le inspiraron para esta colección, en la que resaltan las asimetrías en mangas y faldas y los cuellos y hombros estructurados. Denibi describe su trabajo como “simple, “minimal” y avanzado. Para una mujer independiente, con clase, buen gusto y una perspectiva futurista de la vida”. Otras de sus influencias a la hora de idear esta reciente colección fueron sus propias creaciones de arte: un cuadro titulado Agatha que evoca recuerdos de su infancia en España y una máscara de estilo africano, llamada Nostalgia, cuya cara muestra a la vez tristeza por lo que se ha perdido y alegría por poder recordarlo.
Fadel tiene su taller en Barcelona y allí produce toda la ropa que presentó esta semana en Nueva York, desde los vestidos de terciopelo negro con detalles en verde botella, pasando por los abrigos y faldas tubo a media pierna. La paleta de colores es tan sencilla y acertada como sus diseños: azul pastel, blanco, negro y algún beige y verde. En la propuesta de Denibi no hay casi ningún estampado y las siluetas femeninas y elegantes, y el “look” monocolor, recuerdan el estilo de la primera dama estadounidense, Melania Trump.
Denibi no está todavía en tiendas, pero el diseñador afirma que en su próximo desfile, en septiembre, tendrá una tienda “pop up” donde la gente podrá comprar lo que vea en pasarela. Además de eso, ha atendido algunos pedidos especiales de marroquinería, hecha en Ubrique, “pero por ahora lo más importante no es vender o estar en tiendas multimarca, sino crear una buena base para la marca”, afirma.
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