Moda

Fernando Sanchís: "Quería diseñar moda que pudiese comulgar con el arte y que no fuera algo vacío"

El creador de «Cupid Killer» tiene una vocación distinta para crear y busca dotar de alma la ropa que cubre nuestro cuerpo.

Foto: Cristina Bejarano
Foto: Cristina Bejaranolarazon

El creador de «Cupid Killer» tiene una vocación distinta para crear y busca dotar de alma la ropa que cubre nuestro cuerpo.

Hace unas semanas una buena amiga, que sabe de mi pasión por la música y por los creadores con mirada propia me descubrió a uno de nuestros grandes diseñadores de moda. Fernando Sanchís, que así se llama, aún no es tan conocido como merece, pero la marca con la que se comercializan sus diseños, Cupid Killer, llena de música, cine y otras referencias culturales, empieza a sonar fuerte entre un público selecto, que acabará convirtiéndola en mítica, como lo son todas esas canciones y películas que la inspiran. Es un privilegio encontrar personas como Fernando Sanchís, con vocación de crear de manera distinta y de dotar de alma a la ropa que cubre nuestro cuerpo.

–¿Cuándo y por qué nace Cupid Killer?

–Nació hace 12 o 13 años. Yo tenía mucha inquietud por el tema camiseteo. Tanto a mí como a la gente de mi entrono nos gustaban las camisetas con rollo, pero era casi imposible conseguirlas fuera de EEUU. Yo, que entonces vivía en Castellón y trabajaba allí, en la cerámica, me empeñé en dedicarme a las camisetas como hobby de fin de semana. Y ahí empezó todo.

–¿Y cuando da el salto y empieza a diseñar otras prendas, además de las camisetas?

–Cuando mi pareja Mavi y yo decidimos venirnos a Madrid y montar una tienda con el nombre de Cupid Killer y con el logo de Cupid Killer (un ángel con pistola), y comercializar las pocas cosas que hacíamos entonces junto a otras marcas que tuviesen el alma parecida a la nuestra.

–¿De dónde viene el nombre?

–De una noche de locura (se ríe). Quería algo que fuese transgresor pero no excesivamente fuerte. Se me ocurrió que Cupido, en vez de enamorar a flechazos, podía disparar con una pistola. No fue una cosa consciente. Salió de repente.

–La marca se convirtió en realidad en plena crisis. Cuando su sector estaba francamente tocado y no debía de resultar fácil empezar desde cero y menos aún queriendo hacer algo distinto y con profundidad, ¿no?

–Bueno, en ese momento creo que estaban mal todos los sectores. Yo, que desde que tengo memoria he sido un enamorado del arte, me propuse darle ese rollo a la moda y lograr que pudiese comulgar un poquito con el arte y no fuese una cosa vacía. A mi pareja –Mavi– también le gustaba mucho la moda, así que nos embarcamos en la empresa, aún sabiendo que las dificultades eran muchas y que existía esa crisis incluso más grande en el sector textil. Era donde nos sentíamos más a gusto, así que decidimos apostar.

–¿Y cómo consiguieron sobrevivir y llegar a donde están, mientras tantas marcas se iban a pique?

–En parte gracias a nuestros socios, SPZ, que se enamoraron de nuestra marca y nos apoyaron para que pudiéramos dar el salto cualitativo y cuantitativo.

–¿Qué es lo que hace distinta a la marca? ¿La música?

–Bueno, yo soy un enamorado de la música, un melómano total, aunque no sepa tocar ningún instrumento ni tampoco cantar. Siempre me ha gustado. Desde que tengo conocimiento el rock forma parte de mi vida y he vivido escuchando, comprando y relacionándome con gente que tenía que ver con la música. Voy a conciertos, si puede ser todas las semanas, desde los 14 o 15 años que fue cuando me compré la primera cinta. Entonces mis diseños tienen más que ver con lo que yo intento buscar que con las tendencias o con lo que venden otros.

–Su ropa es muy reconocible...

–Sí porque es una ropa bastante marcada y va dirigida a un sector de público muy concreto que la busca y a la que no le resulta fácil encontrarla salvo, a veces, en marcas muy altas.

–¿Cuál es su target? ¿Qué tipo de mujer se viste de Cupid Killer?

–Una mujer de personalidad fuerte, que sabe lo que quiere, le gusta distinguirse y no le importa ser diferente e incluso ir contracorriente. Una mujer de entre 30 y 55 con un poder adquisitivo medio y ganas de tener cosas especiales con un toque de rock y glamour, que no podrá encontrar en otro sitio. Una mujer valiente capaz de romper estándares y reglas que están precisamente para eso, para romperlos. Y que le gusta la música y el cine, desde luego.

–¿Podemos ver vestida con su ropa a gente conocida?

–Bueno, mis camisetas las lleva el grupo Tarque, y mi ropa muchas mujeres de cantantes de rock. El violinista Ara Malikian se enamoró de nuestra colección y decidió que quería que le vistiéramos a él y a toda su banda con ella.

–¿Con ropa de mujer?

–Pues sí. Adaptando los diseños para hacerlos un poquito de hombre, pero sí

–¿Qué música y qué cine inspiran sus diseños?

–Pues todo el cine americano de los 70. Coppola, los Cohen, Tarantino...Y en cuanto a música... ¡Es tan grande que...! ¡Yo qué sé! Desde Gram Parsons los Flying Burrito o The Birds que es la música que más me ha gustado siempre, hasta los más grandes como pueden ser Elvis Presley o los Ramones en más punk o Thin Lizzy. Te diría tantos...

–Creo que en el mundo de la música hay alguna camiseta suya que ya es mítica, ¿no?

–Bueno, una de las camisetas que hizo Cupid Killer de Gram Parsons & The Fallen Angels se convirtió en un icono de grupos como M Clan cuando grabó en Nashville... Son camisetas que algunos grupos como Tarque cuentan entre sus preferidas.

–Está claro que Cupid Killer tiene un alma musical y negra y que su vocación es mezclarse con la música y el cine, además de estar inspirada por ellos, ¿no?

–De hecho hicimos un evento con MK2, la empresa que lleva el cine de verano en Cibeles y mezclamos la moda con el cine y la música de «Ha nacido una estrella». Y estamos organizando distintos eventos en nuestro «showroom» para hacer sinergias de este tipo y tenemos previsto, a partir de noviembre hacer un evento en el que también quepa la literatura relacionada con nuestra concepto de diseño. De esta manera vincularíamos los cuatro ejes: literatura, música, cine y moda.