Familia
Hacer El Ganso por 200 millones de euros
La marca de moda ha sido tocada por la varita mágica de L Capital, que aglutina firmas de moda como Dior, Louis Vuitton o Loewe.
La marca de moda ha sido tocada por la varita mágica de L Capital, que aglutina firmas de moda como Dior, Louis Vuitton o Loewe.
El ganso es un animal elegante y en España, llamárselo a alguien, es sinónimo de decirle que es divertido. Álvaro y Clemente Cebrián son esto y otras muchas cosas buenas, por ejemplo, dos hermanos emprendedores que –ya con los 40 años a cuestas–, acaban de dar una buena noticia. Su marca, nacida en 2004, ha sido tocada por la varita mágica de L Capital –fondo de inversión esponsorizado por LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy) que aglutina firmas de moda tan relevantes como Dior, Louis Vuitton o Loewe–, que ha entrado en el accionariado de esta empresa «made in Spain» con un 49% y la ha valorado en 200 millones de euros. «Todo ha sido muy rápido, comenta Clemente –cerebro empresarial del tándem–. Cuando echamos la vista atrás observamos que, casi sin darnos cuenta, hemos pasado de viajar en el coche cargados de cajas, perchas y ropa, a vender nuestro producto en 120 tiendas propias en todo el mundo y a contar con 600 empleados». En los tiempos que corren, todo hay que decirlo, se trata de un auténtico hito porque los inicios, desde luego, no son fáciles para nadie.
La entrada de L Capital en El Ganso se enmarca dentro de la apuesta del fondo de participar en el desarrollo internacional de la marca para ayudar a posicionarla en países como Estados Unidos y en grandes almacenes tan legendarios como Bloo-mingdale´s. En Francia, Reino Unido, Alemania o México ya están asentados y la marca, gusta. «Es curioso pero, aunque España es, por supuesto, el país donde tenemos más aceptación, en Europa y México hemos conseguido crear una identidad de marca muy fuerte. Partiendo de la misma colección, observamos cómo en Inglaterra nuestra propuesta se lleva en plan elegante, en América de una forma más «preppy» y en Berlín, por ejemplo, el ‘‘look’’ es más alternativo», concluye Clemente. Su hermano Álvaro, diseñador de todas las líneas de El Ganso, que incluyen hombre, mujer, niño y complementos, es la otra parte de esta brillante idea en la que creen desde el minuto cero y en la que han tenido un mentor crucial para conseguir sus objetivos. «Sin duda, mi padre Clemente Cebrián, ha sido nuestro mejor consejero. Él es empresario y el mejor ejemplo que un hijo puede tener a la hora de montar una empresa. Nos ha animado y también quitado de la cabeza ideas que no iban a funcionar».
El sufrimiento de los inicios ya ha pasado y de aquellas camisas de leñador que al meterlas en la lavadora, según nos cuenta Clemente, desaparecían los cuadros, hoy existe una forma de entender la moda ¿Las claves? El Ganso es una firma basada en la creatividad, la autenticidad y los precios asequibles. Ellos no se duermen en los laureles y cuando le pedimos un consejo para todos aquellos que quieran abrirse camino en el «fashion business» nos dice «cuando nosotros empezamos no había marcas como la nuestra y, tal vez, era más fácil abrir un nicho en el mercado. Yo recomiendo, continúa Cebrián, que quien desee darse a conocer lo haga montando un punto de venta, por pequeño que éste sea. No importa si es una tienda compartida con otra gente pero hay que estar presente en la calle». Otra de las premisas que estos hermanos llevan a gala es el hecho de no perder la esencia, manteniendo los pies en la tierra. «Comenzamos fabricando en Madrid y en Talavera de la Reina, viajábamos en coche y pasábamos mucho tiempo en la carretera imaginando cómo sería nuestro negocio. Hoy producimos en Europa y, concretamente, en Portugal, un país en el que el gobierno ha apoyado mucho a este sector para que no cierren este tipo de fábricas». Ahora les tiran los tejos para que se abran al campo de licencias como las de ropa de casa, colegio o gafas... pero ellos prefieren ir despacio. «Hay tiempo, insiste Clemente, nuestra marca está en un momento bueno del que ahora queremos disfrutar, avanzando en familia, como lo hemos hecho siempre. Mi hermana se ha incorporado a la parte “on line” y el hecho de que L Capital haya entrado a formar parte de nosotros es porque necesitábamos una vía de enlace con empresas a las que nosotros no podríamos acceder». Nos quedamos con una frase de este joven que no duda en salir a la calle Serrano, 46 de Madrid, con una vieja maleta llena de adhesivos de algunos de los países por los que ha viajado para enseñar su producto. «No queremos que se nos suba a la cabeza porque esto es una maravillosa lucha constante».
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