Política

Día Internacional de la Mujer

8M, cuando ellas aún son noticia

La mitad de la población vuelve a salir hoy a la calle, tras la huelga histórica de 2018, mirando de reojo las voces que atacan al feminismo y plantean retrocesos cuando todavía hay ámbitos donde la presencia de mujeres es excepcional y objeto de actitudes machistas.

8M, cuando ellas aún son noticia
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La mitad de la población vuelve a salir hoy a la calle, tras la huelga histórica de 2018, mirando de reojo las voces que atacan al feminismo y plantean retrocesos cuando todavía hay ámbitos donde la presencia de mujeres es excepcional y objeto de actitudes machistas.

El 8 de marzo se instauró oficialmente como el Día Internacional de la Mujer en 1975 aunque en recuerdo de ese día de 1857 cuando las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York murieron calcinadas luchando por sus salarios. En medio las sufragistas británicas lucharon a principios del siglo XX para poder votar y tras la I Guerra Mundial o la Revolución Rusa hubo movilizaciones feministas que persisten porque también lo hacen los motivos de reivindicación. Hace justo un año, la huelga de mujeres hizo historia. La ultraderecha había entrado en Europa y las españolas pensaron que «cuando las barbas de tu vecino veas quemar pon las tuyas a remojar» (el refranero también refleja cierto homocentrismo). Este 8 de marzo se celebra en Andalucía con Vox en el Parlamento atacando la «ideología de género» y negando que exista la violencia machista que en lo que va de año ya se ha cobrado nueve vidas (dos en Andalucía) y dejado ocho huérfanos.

Vox llegó a pedir derogar las leyes de igualdad y contra la violencia de género para votar la investidura como presidente de Juanma Moreno (PP), y reclamó los nombres de quienes atienden a las maltratadas, intenciones frenadas. Ayer en el Pleno, sus 12 diputados abandonaron la sesión al retirarse su propuesta de condena al «discurso del odio» del que dicen ser objeto y PSOE y Adelante Andalucía acusaron al Gobierno de PP y Cs de mirar para otro lado ante los ataques de Vox a la igualdad. Moreno respondió echando en cara al PSOE que dejó entre 2016 y 2018 sin ejecutar el 75% del presupuesto para protección a las víctimas de la violencia de género mientras el vicepresidente, Juan Marín (Cs), anunció un plan de choque para reforzar con 700.000 euros las unidades de valoración integral de violencia de género, así como aumentar la partida para el turno de oficio especializado.

El presidente andaluz pidió un «gran pacto» para luchar contra esta lacra y dejar de usar la igualdad «en términos electorales». El Parlamento aprobó, con los únicos votos en contra de Vox, una moción de apoyo a la movilización de hoy mientras en Madrid, Pablo Casado retiró el apoyo del PP que anunció el martes por considerar la jornada «politizada» por la izquierda. En Andalucía, por parte de la Junta participará en las manifestaciones (hay 139 actos convocados además de la huelga) la consejera de Igualdad Rocío Ruiz pero no Moreno ni Marín. La ex presidenta Susana Díaz y varios alcaldes socialistas irán. Vox contraprogramará el día 10.

Elena Delgado- Capitana mercante

«Es incompatible ser madre y navegar, para mis compañeros no»

España se divide en 30 provincias marítimas, cada una dirigidas por un capitán de la marina mercante. Sólo dos son mujeres, la de Tarragona y la de Sevilla, que desde hace un año ocupa la canaria Elena Delgado. En toda la historia ha habido tres, las dos actuales y una anterior. La de marino mercante es una carrera civil universitaria y en la promoción de Delgado eran cinco alumnas, un 10% del total, de las que sólo dos llegaron a capitanes. Para ser piloto como cadete, tras licenciarse, hay que pasar un año embarcado y para llegar a capitán sumar días de embarque hasta completar dos años. Delgado los sumó en 5 o 6 años pero siguió navegando un total de 9. «La vida personal se ve afectadísima. Es incompatible con ser madre e incluso tener pareja», argumenta como clave de que sean tan pocas. Asegura que en sus años de embarque, de los 22 a los 30, «entendía que era incompatible con tener familia y no percibía eso en mis compañeros». Unos compañeros entre los que encontró «de todo»: rechazo a obedecer órdenes de una mujer, sobre todo de los más mayores aunque «en general para obtener el mismo respeto tenía que demostrar algo más»; conductas machistas y hasta episodios de «acoso sexual» que no denunció ni comentó con nadie porque «entonces creo que dábamos por hecho que eso sucedía». Luego pasó a la administración como coordinadora de Seguridad y luego como inspectora de buques en Valencia, Santa Cruz de Tenerife y Barcelona hasta que hace un año, con una hija de 5 meses, recaló en la Capitanía Marítima de Sevilla como máxima responsable de que todo lo que surca el Guadalquivir de Sevilla a Sanlúcar de Barrameda y hasta 24 millas a mar abierto cumple los convenios internacionales, de investigar cualquier incidente y dar los permisos.

Inma Morales - Guitarrista flamenca

«Hay cantaores que te preguntan si sabrás acompañarles por soleás»

Matilde Coral, Cristina Hoyos, Sara Baras, Estrella Morente... el baile y el cante flamenco están repletos de nombres femeninos pero al pensar en el toque se vienen a la cabeza hombres como Paco de Lucía, Tomatito o Vicente Amigo. Y es que si bien antes de la Guerra Civil había grandes tocaoras como Adela Cubas o Matilde Cuevas, hasta principios del siglo XXI no han empezado a despuntar de nuevo tocaoras y todavía hoy son muchas menos que hombres, la mayoría extranjeras como la israelí Noa Drezner o la sueca Afra Rubino. Una de ellas es la cordobesa Inma Morales, de 30 años y profesora del Conservatorio Superior de Córdoba tras formarse en la Fundación Cristina Heeren de Sevilla, donde este curso estudian guitarra flamenca otras jóvenes, todas extranjeras. «Pienso que tienen menos acusados los estereotipos y se lanzan más», reflexiona Morales, quien destaca que «ahora vivimos un momento social muy promujer pero hace 6 o 7 años era todo una lucha». «A una compañera que era guitarrista oficial de un festival, que es quien acompaña a todos los cantaores, uno le dijo: ¿Tú vas a saber acompañarme por soleás? Y yo no he pasado en concursos, tocando más, por ser mujer», ejemplifica. Reconoce que las guitarristas «nos autoexiguimos muchísimo más, sentimos la necesidad de tener que demostrar más». En el top nacional está Antonia Jiménez, quien «ha abierto el camino», pero ya hay otras como Laura González o Davinia Ballesteros. Casi siempre son bailaoras y cantaoras las que más tiran de tocaoras para que las acompañen. La propia Morales participa en el espectáculo «Amazonas» con Rosario Toledo, Ana Salazar y Melisa Calero; acompaña a la cantaora María Ángeles Toledano y tiene un montaje de fusión con la música árabe con la bailaora Esther Ruiz. Su «sueño –recalca– sería acompañar a Carmen Linares porque desde pequeña tengo admiración por esa mujer».

Susana Espinosa - Piloto helicóptero G.C

«Es cuestión de tiempo que la mujer alcance altos rangos en la Guardia Civil»

La primera mujer Oficial de la Guardia Civil llegó a teniente en 1998 y hoy es teniente coronel en una institución donde el sistema de ascensos es cuestión de tiempo. A ello achaca Susana Espinosa, comandante jefe de la Unidad de Pilotos de la Guardia Civil, que tan sólo haya dos mujeres en este servicio pues defiende que en la Benemérita «afortudanadamente las mujeres podemos optar a diferentes especialidades» por lo que cree que «simplemente va a ser cuestión de tiempo que alguna mujer» alcance un alto rango. Espinosa defiende que su experiencia es que en su carrera no se ha sentido «ni perjudicada ni beneficiada por el hecho de ser mujer». Como jefa de la Sector Aéreo Sur desarrolla «una faceta operativa y otra más burocrática que hace que de un modo y otro vaya adquiriendo la experiencia necesaria para dirigir una unidad del Servicio Aéreo de la Guardia Civil». En concreto, tiene a su cargo la gestión de cuatro unidades de helicópteros que se encuentran en Andalucía con un total de 45 profesionales. Su función es coordinador las operaciones aéreas de estas cuatro unidades dentro de la comunidad autónomas, operaciones entre las que destacan los rescates en montaña como las misiones más arriesgadas porque «son vuelos complicados donde en muchas ocasiones se trabaja con el helicóptero en condiciones poco favorables y se asumen más riesgos para poder llevar a cabo el rescate con éxito», pero también las «más gratificantes porque estás ayudando a personas que se encuentran en situaciones difíciles». Subraya que «para nada existen diferencias en la cualificación» de los pilotos por su condición de hombre o mujer, que son valorados no por su género sino por «la pericia, la habilidad o la experencia de la persona en el manejo del helicóptero».

María López - Impresora artesanal

«En las imprentas solía haber hombres porque había que saber leer»

Antes de que Gutemberg inventara la imprenta, los copistas de libros eran los monjes (las monjas bordaban o hacían dulces). Pero una vez mecanizado el proceso, el panorama cambió poco. Los talleres de impresion siempre fueron masculinos. María López, publicista y diseñadora, creó hace un par de años con su socio Juan Contreras Tiporium, un imprenta artesanal con «una minerva tradicional de tipos móviles y la fuerza humana». Esta impresora cree que la masculinización del sector se debe «quizás a que tradicionalmente los que sabían leer y escribir eran hombres y para componer una página tenías que saber reconocer las letras». También a que, en las rotativas de prensa, «se cerraba tarde, los horarios eran raros y difíciles de compatibilizar con la vida familiar». En EE UU hay una Asociación americana de mujeres impresoras y algunas imprentas artesanales que están recuperando este oficio sí cuentan con mujeres. Tiporium usa máquinas Minerva y tipos móviles comprados de segunda mano, «todos a hombres». Es maquinaria pesada y López admite que se requiere fuerza y algunas piezas ella no puede moverlas pero tiene claro que «en la imprenta muchas cosas son cuestión de técnica, no hay nada que no apañe la maña y te buscas la fórmula». Sí observa que cuando sus clientes se plantean cuestiones técnicas suelen dirigirse más a su socio. Sin embargo, en las invitaciones de boda, etiquetas o recordatorios de Comunión «las mujeres llevan a la voz cantante y son las que deciden en el 80% de los casos y hablan más conmigo». Una distinción que no hacen los niños a los que dan talleres. Acostumbrados a imprimir pulsando un botón, juntar textos letra a letra, entintar y ver cómo se plasma sobre el papel «les parece magia, y a los adultos también les pasa».