Cigarreros

Los cigarreros están de enhorabuena. Y con ello, no me refiero a los hermanos de la Virgen de la Victoria de las Cigarreras, cuya imagen ha sido trasladada hasta la catedral hispalense para su coronación. Por cigarrero, entendemos, el gentilicio de los habitantes de La Puebla del Río. Una localidad ribereña, que es la puerta por donde Sevilla se acerca a Doñana, a través del río Guadalquivir y sus fértiles marismas. Tierra mitológica y campera, de centauros y toros bravos, de arrozales y caminos que conducen a la aldea rociera. Y es que en ese pueblecito de escasos diez mil habitantes, nacieron los componentes de un grupo histórico: «Los Romeros de La Puebla». José Manuel Moya, Pepe Angulo, Juan Díaz y los hermanos Cabello fueron reconocidos, en su localidad natal, como Hijos Predilectos. Medio siglo avalan al mítico grupo, capaz de universalizar el cante por sevillanas con las más hermosas coplas sobre las costumbres y devociones de la Baja Andalucía. Aunque nacido en Lisboa, el rejoneador Diego Ventura, también es considerado cigarrero. No en vano, se le concedió el título de Hijo Adoptivo de La Puebla del Río. En la reciente Feria de Otoño, Ventura ha vuelto a escribir una página de oro en la historia del toreo a caballo, con su décimo séptima puerta grande en la Plaza de Las Ventas de Madrid. El otro Hijo Predilecto de «La Puebla de las mujeres» –como la bautizaron los Álvarez Quintero–, es el torero José Antonio Morante Camacho. Morante no sólo dejó detalles de su personalísima torería en San Miguel, sino que está anunciado, este viernes 12 de octubre, en la plaza de toros de Sevilla, con uno de Miura. Cigarreros de La Puebla, pueblo pequeñito pero enorme en gracia y arte torero.