Autonomías
Díaz insiste ante los suyos: no acortará la legislatura
Manda a «trabajar un poquito» a los que tengan prisa por colocar las urnas y defiende que su Ejecutivo tiene «pulso» e «iniciativa» para gobernar con la vista puesta en «una amplia mayoría»
Manda a «trabajar un poquito» a los que tengan prisa por colocar las urnas y defiende que su Ejecutivo tiene «pulso» e «iniciativa» para gobernar con la vista puesta en «una amplia mayoría»
La secretaria general del PSOE-A y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, leyó ayer la realidad ante los suyos en el salón de un hotel sevillano convenientemente espejado con pantallas y cámaras. Se celebraba la primera reunión del año del Comité Director del partido, máximo órgano entre congresos, que era también la primera tras el XIII Congreso Regional que los reunió el pasado julio, en el que se eligió la nueva dirección de la formación. La líder quiso dejar claro a los suyos que era además el Comité Director que daba «el pistoletazo» al «último cuarto de la legislatura», el «último año y pico hasta que los ciudadanos juzguen en las urnas el trabajo» de todas las fuerzas políticas de la comunidad. «Y lo digo sin ánimo de darle un disgusto a nadie», ironizó, «no estoy pensando en quienes tienen dudas, falta de iniciativa política y muchísima ansiedad», lanzó.
En corto, Díaz trasladó a los fieles que no tiene intención de adelantar los comicios regionales, por lo que quien tenga prisa en ese sentido, «va a tener que trabajar un poquito y esperar a que este año dé frutos para el conjunto de los andaluces». De hecho, defendió que cuenta con un Ejecutivo «con pulso que amplía derechos y consolida otros muchos» y con «iniciativa política» para «gobernar para una amplia mayoría». Destacó también que la comunidad cuenta con estabilidad, y cuando se tiene ésta, «se valora mucho lo que se puede hacer y lo que se puede conseguir», defendió para apostillar de inmediato: «Que se lo digan a Rajoy –Mariano, el presidente del Ejecutivo central–». Animó al PSOE-A, en definitiva, a sacar «el máximo rendimiento» a un año, el 2018, que auguró, será bueno para la región. Sobre todo, cuando tienen enfrente a una «derecha andaluza» que «anda algo desnortada» que comete «errores», y a otros a los que «la estabilidad no les mola» y prefieren «otro tipo de iniciativas más divertidas», o «guay». La máxima dirigente de los socialistas sacó pecho por los últimos datos económicos y de empleo positivos, «con casi tres millones de ocupados»; por las exportaciones, «que tiran del carro»; o por indicadores de sectores que baten récords como el turismo. No desaprovechó la oportunidad que le brindaban los focos para volver a exigir a Rajoy que «cumpla su palabra» ya que, «todo lo que no sea poner sobre la mesa un nuevo modelo de financiación es querer maltratar a comunidades como Andalucía» –cifró en «casi 1.000 millones» lo que deja de recibir la región cada año de prórroga del existente–. Y tampoco se olvidó de su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a quien exigió que ponga fin al «chantaje» de las entregas a cuenta a las comunidades. En ese punto, la presidenta llamó al resto de partidos andaluces a llegar a un acuerdo respecto a dicho asunto en el Parlamento andaluz, advirtiéndoles de que «los que mantengan el maltrato a la comunidad quedarán en evidencia». Una región que, dijo, los socialistas quieren que «converja con la media de Europa», pero con «una diferencia», pretenden «hacerlo de manera solidaria e inclusiva». El PSOE gobierna en Andalucía desde hace más de tres décadas.
De vuelta a lo orgánico, Díaz animó a su auditorio a recolectar votos en las autonómicas, en las municipales y a, «cuando llegue la hora», arrimar «el hombro también en el proyecto del conjunto de nuestro país». Guiño que hizo sin nombrarlo al final de su intervención al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tras la tregua electoral que parecen haber sellado.
Picardo agrieta la alianza PSOE-Cs
Ponerse en «modo elecciones» suele implicar modular conductas e incluso alianzas como la existente entre PSOE-A y Ciudadanos (Cs) en Andalucía. El líder regional de la formación, Juan Marín, no dudó ayer en tildar de «injerencia» por parte de la Junta la reunión que la semana pasada mantuvo la presidenta, Susana Díaz, con el primer ministro de Gibraltar, Fabian Picardo. Sostuvo que la misma «puede afectar a las negociaciones en el ámbito internacional» ligadas a la salida del Reino Unido de Europa. Marín recordó que el Gobierno autonómico «no tiene competencias» y que esas conversaciones no le corresponden a una presidenta de una comunidad, por «muy buena voluntad» que tenga, sino «a Rajoy, al ministro de Exteriores o a quienes estén negociando la salida de Reino Unido». La aludida, Díaz, no entendió sus palabras, según admitió ayer ante el Comité Director del PSOE-A, ni ella, «ni nadie», extendió.
Tras reconocer que Ciudadanos «ayuda a la estabilidad» en la región, advirtió a Marín de que estará «donde los andaluces tengan una dificultad» y que no se va a olvidar de «las 10.000 familias» que en el Campo de Gibraltar «viven con incertidumbre cuál va a ser su realidad a partir de la puesta en marcha del ‘Brexit’». «No lo he entendido bien», insistió. «No sé si es la vena centralista que le sale a esa fuerza política que todavía no acaba de entender lo que es el Estado de las Autonomías y que no somos prestadores de servicios, sino parte de la arquitectura del Estado; o ha sido una crítica demasiado impostada por otros motivos, que ellos sabrán», condensó. En cualquier caso, Díaz quiso despejar cualquier duda acerca de la «lealtad institucional» que su Ejecutivo o ella misma han mostrado siempre con «la defensa de España» y de «los intereses» del país. Una grieta en el pacto dual.
✕
Accede a tu cuenta para comentar