Sevilla

El chófer de la coca, «insolvente» tras recibir 1,5 millones del «fondo de reptiles»

La Razón
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La juez que instruye el caso de los ERE fraudulentos, Mercedes Alaya, ha declarado insolvente a Juan Francisco Trujillo, el que fuera chófer del ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero. Trujillo recibió casi 1,5 millones de euros del «fondo de reptiles», a través de tres subvenciones de 450.000 euros –una de ellas a medias con su socio Isidoro Ruz Espigares–, además de una prejubilación para su madre, Estrella Blanco García, de 122.649,21 euros. Antes de que saliera de prisión, a la que entró con 22 delitos, dijo a la juez que, con el dinero público recibido, se gastaba, junto a su jefe, 25.000 euros mensuales en cocaína. Ha sido uno de los imputados que más ha colaborado con la magistrada. Entre otras revelaciones, dijo que viajó al menos en dos ocasiones a Madrid para recoger sobres con dinero del ex directivo de Vitalia Antonio Albarracín. La Guardia Civil probó posteriormente el reparto de comisiones por parte de esta mediadora y ha sido uno de los polos de investigación de la «Operación Heracles» que estalló en marzo. Trujillo declaró por segunda vez ante la juez pero salió del juzgado por su propio pie.

La magistrada señala ahora en un auto, recoge Efe, que no han tenido resultado los intentos para rescatar fondos, como el embargo de ocho cuentas bancarias –en las que tiene 1,64 euros– o el rastreo patrimonial, con el objetivo de cubrir la fianza de 2,3 millones de euros por responsabilidad civil que le fue impuesta.

Según destacó la juez en el auto de prisión del pasado 21 de marzo de 2012, Trujillo creó las empresas Iniciativas Turísticas Sierra Norte SL y Lógica Estratégica Empresarial «a los solos efectos de recibir subvenciones que le otorgaría el director general, sin tener la menor intención de poner en marcha los proyectos para los que se concedieron las mismas».

Tras recibir las subvenciones, se compró un terreno en Andújar de 11 hectáreas, que le costó 69.263 euros y un piso en Sevilla capital por un precio de 232.509 euros. Las inversiones, con claro ánimo especulador, fueron rentables. El terreno lo vendió por más del triple: 213.359 euros.

Otra de sus empresas, Saphire Grupo Empresarial –en honor de la ginebra preferida del chófer y su jefe– también recibió otros pagos a través del bufete de abogados Estudios Jurídicos Villasís, trambién implicado en la trama. En 2006 cuenta una de 30.000 euros. También hay otras transferencias a través de esta operativa al resto de empresas creadas para recibir subvenciones. Lógica Estratégica se embolsó 6.190 euros en 2007.