El Gobierno no tiene el plan para dragar el Guadalquivir

SEVILLA- El proyecto sobre el dragado del Guadalquivir enfrenta desde hace meses a ecologistas e instituciones. En ese contexto, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, desveló ayer en Jaén un dato sorprendente: «Nadie» ha enviado al Gobierno central el plan. Un proyecto que, según advirtió, «no se puede hacer automáticamente», ya que habría que estudiar las pretensiones de la Autoridad Portuaria de Sevilla y las «condiciones técnicas» necesarias para llevarlo a cabo.

«Ni se ha enviado un nuevo proyecto por parte de nadie del dragado del Guadalquivir ni en este momento éste podría hacerse porque cuando la anterior declaración de evaluación ambiental se hizo, estaba sujeto a unas condiciones técnicas muy rígidas», apuntó el ministro. Al hilo de lo que matizó que esos condicionantes se establecieron con el objetivo de garantizar los cultivos y de que «el entorno de Doñana no se degradara».

Desde ese prisma, Cañete explicó que lo que hay que ver es «si a la vista de lo que pretendan hacer las autoridades portuarias de Sevilla, procede o no una nueva declaración de impacto ambiental». «No se puede hacer automáticamente», insistió, para argumentar su afirmación: el dragado sin correcciones técnicas produciría perjuicios al entorno del espacio natural de Doñana, así como a los cultivos de la zona que «se salinizarían por efectos del avance, de la facilidad que tiene el tapor salino de ir aguas arriba».

Cabe recordar que el 16 de abril el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria sevillana inició la tramitación de la iniciativa sobre la que deberá emitir todavía un informe preceptivo Puertos del Estado.

De momento, el responsable de la Oficina de Doñana y miembro de WWF, Juan José Carmona, pide al ministro de Medio Ambiente que «ponga fin al dragado como tal, que lo entierre». El activista va más allá e insta a Cañete a llevar a cabo, «junto al Ejecutivo andaluz, un plan de recuperación del Guadalquivir» que garantice el futuro de la corriente, «su restauración».