Chipre

Francisco superstar

La Razón
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Habrá tiempo de medir si la «franciscomanía», que parece que se ha apoderado del mundo, es beneficiosa para la Iglesia. Indudablemente, el impacto del nuevo Papa, con sus gestos y su deliberada humildad, ha devuelto a la Iglesia Católica a cotas de popularidad positiva impensables. Para ratificar lo anterior, sólo hay que ver las portadas de las revistas, donde aparece el Pontífice, en su afán por desposeerse de boatos innecesarios, no sé si este titulo seguirá en activo. «¡Hola!» despliega todo su poderío para que Bergoglio sea a partir de ahora un personaje de la revista. Adereza la misa inaugural de su pontificado, nunca de coronación, con los reyes y sobre todo los príncipes asistentes al acto y les queda un número ideal. Mucho mejor que la portada de Corinna y su rutilante pulsera. «Las sandalias del pescador», el profético libro de Morris West, ha estado muy presente desde la renuncia del Papa Benedicto. En un pasaje del mismo, Kiryl, le pregunta a su asistente qué dirán los romanos, sobre tener un Obispo no italiano. El sirviente, un poco nervioso, le responde que los romanos lo han visto todo y que como es habitual harán chistes. Sin duda, su Santidad Francisco ha batido el récord en este terreno. Muy pegados al momento económico son aquellos que cuentan la fuerte subida en bolsa de las casas de compra de oro y piedras preciosas y qué duda cabe que en ese terreno la Iglesia Romana es imbatible. También está la referencia a la quita de Chipre, cuánto tendrá que entregar cada obispado para mitigar la pobreza. Aunque sean chistes y comentarios jocosos, en una archidiócesis tan sensible y joyera como la sevillana, mejor no hablar del tema, ni de broma. Sin duda, la nota en la plaza de San Pedro la dio la presidenta argentina. Si no quiere respetar el protocolo vaticano, por considerarse laica, no te pongas nada en la cabeza, el gorrito a lo Lina Morgan era un espanto. Además, si asistes como invitada a una ceremonia de toma de posesión de un Jefe de Estado, si la inefable Cristina lo quiere ver desde el lado terrenal, ella debe aceptar ponerse el velo protocolario. ¿Si estuviera de visita en un país musulmán no se cubriría la cabeza al visitar una mezquita? ¡Viste Cristinita como siempre 'terminás' siendo un poco pelotuda!