La «gran apuesta» de la Junta por el transporte se reduce a 30 euros al año por andaluz

La inversión recogida en el Pista 2020 se limita a 260 millones anuales, un tercio de la media de la última década. Carreteras y ferrocarril absorben el 74%, mientras reserva al Plan de la Bicicleta 33 de los 421 millones que requiere.

La previsión y la realidad del Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucía (Pista) 2007-2013 están separadas por 11.081 millones. Uno de cada tres euros que debían haber contribuido a mejorar la vertebración de Andalucía no se ha gastado. Su irregular avance llevó al Consejo de Gobierno a adoptar un acuerdo en febrero de 2013 para su revisión. Una situación que la Consejería de Fomento y Vivienda ha aprovechado para asestar un considerable recorte en sus inversiones, reduciéndolas a 1.300 millones en el próximo lustro frente a los siete mil invertidos entre 2007 y 2015, según recoge el Pista 2020. Esto supone que el gasto en movilidad y transportes apenas llegará a 30 euros anuales por andaluz, la tercera parte de lo invertido de media en los diez años precedentes.

Frente a esta limitadísima previsión propia, la Junta se permite reclamar al Gobierno central 3.208 millones anuales que, asegura en el documento, corresponderían a Andalucía por población y con cargo al plan estatal de transportes (Pitvi). «De forma muy estimativa, y sin entrar en otros criterios, la inversión mínima que correspondería a Andalucía se situaría en 24.900 millones de euros para el período 2012-2020», señala el Pista, que detalla que restando los 2.443 millones ya destinados en 2012 y 2013, «la inversión media anual debiera superar los 3.208 millones de euros». Los cálculos de la Junta estimarían un total de 17.340 millones hasta 2020 para el desarrollo de infraestructuras de transporte, de los que reclama al Ejecutivo que aporte el 92,5% de los fondos.

Retroceso

Las actuaciones previstas hasta 2013 situaban en 30.042 millones el desembolso en las siete anualidades que abarcaba el Plan, a razón de casi 4.300 millones en cada ejercicio. El Estado debía asumir el 73% y el 27% restante correría a cargo de la Junta, encargada a su vez de establecer las prioridades inversoras en la comunidad. En el análisis que acompaña a la revisión del Pista, la Junta admite que la inversión real se ha reducido a 18.961 millones, con un descenso paulatino desde los 3.081 millones de 2007 a los 1.556 millones ejecutados en 2013. Entre 2007 y 2009, el esfuerzo inversor autonómico se mantuvo en torno a los mil millones –con su máximo en 2009, con 1.152–, cayendo de forma abrupta a partir del ejercicio siguiente. De los 852 millones de 2010 se llegó a 492 el pasado año, una tendencia que la baja que abarcará los próximos años.

Más de la mitad de la aportación autonómica desde 2007 –en concreto el 53%–, fue a parar a las carreteras, fundamentalmente a su conservación y mantenimiento. Andalucía duplica la media europea en kilómetros de autovías por habitante y el 93% de los andaluces vive a menos de 25 minutos de una vía de gran capacidad. De nuevo el objetivo de la Junta se centra prioritariamente en la red de autovías y carreteras –a ello destinará 557,48 millones de euros, el 43% del total–.

El ferrocarril ha sido el otro gran foco de inversión: 2.606 millones se han empleado en mejorar el transporte ferroviario, incluyendo los metros y tranvías. El desembolso no ha permitido, sin embargo, completar ninguna de las metas establecidas en este ámbito. A los fiascos del tranvía de Vélez-Málaga –definitivamente fuera de servicio desde 2012– o Jaén, se unen las ejecuciones parciales de los suburbanos de Sevilla, Málaga y Granada. El primero opera desde 2009, con una sola línea inacabada –restan la conexión con Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra, también con un tranvía a medio construir–. La redacción de las líneas 2, 3 y 4 costó 18 millones, pero la Junta ha dejado claro que de momento no impulsará ni un kilómetro más de vía, pese a las alegaciones presentadas en agosto por el Ayuntamiento de la capital reclamando la continuidad de la red. En Málaga, se iniciaron los trabajos de dos líneas simultáneamente y operan de forma parcial desde 2014. Granada aguarda a que éste sea el año definitivo del arranque de su metro, que conectará la capital con tres municipios a lo largo de quince kilómetros. El AVE es otra de las demandas por cumplir, aunque en este caso toda la responsabilidad recae sobre el Gobierno estatal.

El presupuesto autonómico solo ha dejado un 10% –672 millones– para promover otras formas de transporte. Engloba puertos, aeropuertos y transporte de personas –incluyendo las subvenciones a los consorcios de transportes metropolitanos–, así como plataformas logísticas.

La revisión del Pista presentada por la Junta ha levantado de forma unánime a las patronales de la construcción Fadeco y Ceacop, al Colegio de Ingenieros y a la Asociación Empresarial de Ingenieros Consultores de Andalucía ante lo que consideran un tijeretazo inasumible en la obra pública, en caída libre desde hace varios años. En total, se han presentado 195 alegaciones, procedentes de 43 entidades.

Sobre la planificación de 2020, llama la atención que el Plan Andaluz de la Bicicleta, la gran apuesta del Gobierno andaluz para dinamizar la movilidad urbana e interurbana y «aparcar» el coche, recibirá 33 millones de euros, concentrados en este año y el que viene. Muy lejos de los 421 millones que requiere para su aplicación. En su recta final, ya que debía concluir también en 2020, tan solo recibirá cinco millones repartidos en tres anualidades.