Sevilla
La Junta, como en los ERE o Invercaria, justifica a Soprea por el mantenimiento del empleo
La Cámara de Cuentas alertó en su informe de fiscalización sobre la Sociedad para la Promoción y Reconversión Económica de Andalucía (Soprea) que las cuentas anuales de la sociedad «no expresan la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera a 31 de diciembre de 2010». Entre otras irregularidades, el órgano de control advirtió de que la empresa dependiente de la Agencia IDEA asumió deuda de empresas privadas. También apuntaba el informe que esta sociedad pública «no debió ser adjudicataria de la licitación promovida por IDEA para la intermediación financiera del Jeremie», un fondo para aportar liquidez a empresas puesto en marcha por el Ejecutivo andaluz.
Sobre todas estas cuestiones se pronunció ayer en el Pleno del Parlamento de Andalucía el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila. Su estrategia fue la misma que en otros casos como el de los ERE o el de Invercaria: minimizar los problemas y alabar la gestión de el ente público que depende de su departamento. «Supongo que les va a servir de muy poco que les explique que Soprea ha servido para mantener el empleo en la comunidad porque a ustedes les interesará el descrédito, pero aún así lo haré porque es una sociedad que trabaja para el empleo en Andalucía», dijo tras anunciar que comparecerá en comisiónparlamentaria para abordar la gestión en este ente creado en 1983.
Según Ávila, su consejería va a «tener en cuenta, como siempre, las conclusiones y recomendaciones» realizadas por la Cámara de Cuentas y negó que exista falta de control.
El diputado popular Rafael Carmona, reclamó explicaciones sobre «por qué la Cámara de Cuentas dice que las cuentas de esta sociedad no representan la imagen fiel de la misma», así como sobre la adjudicación «ilegal» a IDEA de la gestión de fondos reembolsables.
A juicio de Carmona, en esta ocasión se puede dar «un nuevo caso ERE».
En el informe de «Fiscalización de regularidad de Soprea y de los fondos sin personalidad jurídica en los que interviene», los auditores constatan un caso de no reclamación de deuda por parte del ente público. De hecho, en 2009 provisionó 6,2 millones para hacer frente a una supuesta deuda tributaria de una sociedad participada (Inverisa). En realidad, correspondía a «una derivación de responsabilidad por el incumplimiento de los requisitos de unos incentivos al desarrollo industrial recibidos por la entidad en 1992». La cantidad fue satisfecha por la Agencia IDEA, «registrando Soprea una deuda con su matriz de un monto equivalente». El detalle que revela fiscalización de la Cámara de Cuentas es que Soprea, «pudiendo hacerlo, no reclamó de los codeudores la parte correspondiente del principal más los intereses de demora devengados».
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