La Junta gastará casi dos millones al año para mantener su nuevo macroedificio

Los contratos de limpieza y seguridad del edificio de la calle Picasso en Sevilla superan los importes que en su día se licitaron para el Palacio de San Telmo

La Junta de Andalucía cuenta con un nuevo edificio administrativo en una zona relativamente céntrica de Sevilla. Allí tiene previsto trasladar sedes de la Administración, incluyendo varias consejerías. El coste de las obras, según informó recientemente la Consejería de Hacienda y Administración Pública ha ascendido a algo más de 55 millones de euros, de los que 45 millones corresponden a fondos propios y 9,6 proceden de programas operativos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Por poner un ejemplo, la polémica rehabilitación del Palacio de San Telmo, sede oficial de la Junta de Andalucía, ascendió a 53 millones, según los datos facilitados por el Gobierno andaluz en el Parlamento.

La adjudicación de este contrato se produjo en 2009, en plena crisis económica. El proyecto estaba enmarcado en el plan de racionalización de sedes administrativas que perseguía mejorar las condiciones de trabajo de los empleados públicos y la prestación de servicios a los ciudadanos en «edificios funcionales y eficientes». Los cálculos del departamento que dirige María Jesús Montero señalan que el ahorro en alquileres alcanzaría los 3,5 millones de euros.

Se trata de un edificio que supera los 40.000 metros cuadrados de superficie construida, según el proyecto inicial del mismo y con capacidad para albergar más de 1.000 puestos de trabajo y 341 plazas de aparcamiento. Cuentacon una escuela infantil para los hijos de los trabajadores y una sala de usos múltiples, ambos con acceso independiente de la zona administrativa. Los costes de mantenimiento también serán importantes. De hecho, la limpieza supondrá un desembolso, según el contrato licitado, superior al millón de euros –1.202.401,20 euros, IVA incluido–. La Junta incluye no solo el mantenimiento interior del mismo sino también «la recogida de papeles, basuras, restos vegetales y residuos de cualquier tipo depositados o arrojados en la urbanización, sin atender a la procedencia ni atribuir esta obligación a persona o entidad distinta al adjudicatario, así como vaciado de papeleras y ceniceros, y transporte hasta los contenedores del servicio municipal de recogida de residuos». Igualmente el adjudicatario debe hacerse cargo de «la limpieza superficial de la zona exterior de la parcela, en el entorno inmediato al acceso, con retirada a contenedores de todos los residuos que pudiera haber en la misma, incluso restos de vegetación.

La comparación de nuevo con el Palacio de San Telmo ejemplifica la magnitud de este nuevo edificio. La licitación del contrato de los servicios de limpieza y mantenimiento de este inmueble alcanzó los 1.087.000 euros –aunque se adjudicó por menos–.

Tal y como hace la Junta en otros contratos de prestación de servicios, el personal que trabaja en las dependencias oficiales no podrá reclamar derecho alguno a la Administración pese a que desarrolle su jornada diaria en dependencias oficiales. El pliego señala que «el personal que por su cuenta aporte o utilice la empresa adjudicataria, incluyendo el de las empresas que pueda subcontratar, no podrá tener vinculación alguna con la Administración, por lo que no tendrá derecho alguno respecto a la misma, toda vez que dependerá única y exclusivamente del adjudicatario, el cual tendrá todos los derechos y deberes respecto de dicho personal, con arreglo a la legislación vigente y a la que en lo sucesivo se promulgue, sin que en ningún caso resulte responsable la parte contratante de las obligaciones del adjudicatario respecto a los trabajadores, aún cuando los despidos y medidas que adopte sean consecuencia directa o indirecta del cumplimiento e interpretación de este pliego de prescripciones técnicas».

El control y fiscalización del personal sí corresponderá, en cualquier caso, a la Junta. El pliego deja claro que «cuando el personal adscrito al servicio de limpieza no procediera con la debida corrección, capacitación técnica y eficiencia, o fuera poco cuidadoso en la desempeño de su cometido, la Administración se reserva el derecho de exigir al adjudicatario la sustitución del trabajador o subcontrata en la que concurrieran tales circunstancias».

En el caso del contrato del servicio de vigilancia y seguridad del edificio, la licitación del mismo asciende a 606.974 euros –IVA incluido–. Esta cantidad supone el doble del mismo servicio que se licitó para el Palacio de San Telmo, que ascendió a 315.060 euros –IVA incluido– para 18 meses, entre enero de 2011 y junio de 2012.