Sevilla

La Junta pide ahora la nulidad de la licencia del Algarrobico

Vista de la sala del alto tribunal andaluz con sede en Granada
Vista de la sala del alto tribunal andaluz con sede en Granadalarazon

En enero de 2003 arrancó lo que iba a ser un hotel de lujo en primerísima línea de playa de Carboneras (Almería): el Algarrobico. Once años después, aún se dirime si su licencia de obras es legal. De hecho, ayer la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en Granada acogió una vista en la que tanto la abogacía del Estado como la representación legal de la Junta, pidieron al Alto Tribunal autonómico que confirme el fallo de un juzgado de Almería que obligó en 2008 a revisar el acto administrativo por el que se otorgó el permiso municipal.

Según el abogado del Estado, quien hizo referencia a tres sentencias del Tribunal Supremo en las que se deja claro que la servidumbre de protección que invade el hotel era de 100 metros, este asunto es «cosa juzgada», dado que el Ayuntamiento de Carboneras otorgó una licencia para construir contraria a las leyes de Costas y de espacios naturales protegidos. El letrado del Consistorio, por su parte y junto a los representantes de la promotora del establecimiento hotelero, Azata del Sol, solicitaron retrotraer todo el proceso, aduciendo que las organizaciones conservacionistas Salvemos Mojácar y Ecologistas en Acción no estaban legitimadas para formar parte de él, por una cuestión de forma. ¿Cuál? «La presentación de un certificado del secretario en el que se diga que sus asambleas generales habían aprobado iniciar el pleito», explica a LA RAZÓN el propio letrado de estos colectivos, quien matiza que «se hizo hace meses». Confirma también que, como ya adelantó este periódico, pidió en la Sala que «la sentencia sea lo suficientemente contundente para que no se permita continuar con las obras», que «el permiso sea anulado, para que se pueda proceder a la demolición del hotel». Punto el que confía la responsable de la campaña de Costas de Greenpeace, Pilar Marcos, dado que, «si el Alto Tribunal mandata que se revise de nuevo, el Ayuntamiento dirá que es legal», plantea. Y tiene un motivo para hacerlo: «Así nos lo transmitió en una reunión el alcalde del municipio, Salvador Fernández», desvela. Para Marcos la auténtica novedad de la jornada judicial fue «el giro de 360 grados» de la defensa de la Junta, «quien ha pasado de mantener a ultranza durante años la legalidad del hotel –los procesos judiciales se iniciaron en 2005– a reclamar la nulidad de la licencia, en línea con la abogacía del Estado», desliza. Y hubo otra cuestión novedosa. Según confirman la propia Marcos y otras fuentes, el letrado de Azata señaló que la mercantil compró los terrenos, por unos tres millones de euros, a una sociedad participada por el Gobierno andaluz, en concreto Río Alías. Se da la circunstancia de que el TSJA rechazó hace unos días los recursos de la empresa contra la resolución de la Consejería de Medio Ambiente por la que se acordó la adquisición, mediante el ejercicio de retracto, de los terrenos en los que se alza el Algarrobico. La Junta debe ahora formalizar las escrituras de compra-venta por unos 2,3 millones, con lo que tiene que volver a adquirir lo que vendió hace más de una década.