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Sevilla

Las últimas huellas españolas del «Ciudadano Kane»

Vista de la finca «La Caprichosa», de 152 hectáreas
Vista de la finca «La Caprichosa», de 152 hectáreaslarazon

En 1984, una estadounidense de 43 años de edad adquirió una finca en la provincia de Sevilla para comenzar una actividad relacionado con la cría de caballos, sin que la gente que se la vendió o sus nuevos vecinos supiesen aún la historia que se escondía tras su figura.

Esa mujer era Joanne Hearst Castro, nieta del magnate de la prensa William Randolph Hearst, cuya trayectoria inspiró la película «Ciudadano Kane» (Orson Welles, 1941). A su muerte en 2011 ya se empezó a rumorear en el pueblo, Gerena, que la finca sería vendida, lo que se ha hecho efectivo esta semana. Ha pasado a manos de un empresario mexicano previo pago de 3,9 millones de euros.

«Un hombre importante, con muchos negocios en México y España», según explicaron a Efe fuentes de la inmobiliaria catalana Lucas Fox, que se ha encargado de gestionar una venta que se ha cerrado en dólares. Comenzó con un precio de salida de 6,5 millones, para rebajarlo posteriormente a 4,5 y terminar con los 3,9 citados.

El nombre de la finca, elegida por su compradora americana en los años ochenta, es «La Caprichosa». Está situada en la salida de la localidad hacia la vecina El Garrobo, en la zona alta de una colina desde la que se divisa una buena parte del paisaje de la comarca, coronado al oeste por las minas de Aznalcóllar y al este con las siluetas de los primeros edificios de la ciudad de Sevilla.

Un cortijo que unió a Joanne Hearst Castro (Juana, para los vecinos de Gerena, o Doña Juana) durante 27 años, y que hizo que su propietaria estuviese envuelta en la leyenda durante el tiempo que vivió en la localidad. Aunque eran muchos los que la conocían, trabajaban para ella o disfrutaban de su generosidad, ya que, por ejemplo, pagaba cada año el alumbrado de las fiestas navideñas locales, y premiaba con tres mil euros la casa con los mejores adornos.

Entre las personas que la conocían, Verónica, que regenta una peluquería en el municipio, tiene incluso algunos regalos de la que fuese su clienta muchos años, como una reproducción de la fotografía «Lunch atop a skyscraper» (Almuerzo sobre un rascacielos), que Hearst Castro le regaló como premio a su trabajo.

También tenía excentricidades, entre las que estaba contratar a la banda de música de Gerena para que tocase cada primavera en la fiesta de cumpleaños de su nieta. Doña Juana llegó a Gerena atraída por la posibilidad de hacer negocios con el ganado equino y tener intimidad. Encontró «La Caprichosa» y sus 152 hectáreas. Los pasos perdidos del «Ciudadano Kane».