Agricultura
Lo que el campo necesita
El presidente de Asaja demanda el apoyo expreso del nuevo Parlamento y del nuevo Gobierno andaluz al sector agrario de la región
A lo largo de las últimas semanas ASAJA-Andalucía ha mantenido numerosos encuentros con los partidos políticos que han concurrido a las elecciones del pasado 2 de diciembre con un objetivo muy preciso: demandar el apoyo firme, expreso y decidido del nuevo Parlamento y del nuevo Gobierno de Andalucía al sector agrario andaluz, que necesita una estrategia clara y consensuada y un respaldo presupuestario fuerte, acorde con la importancia de este sector clave en el tejido económico, social y territorial de Andalucía, una región eminentemente agraria en la que ésta actividad ocupa a más de la mitad de los municipios andaluces, genera más de 280.000 empleos directos y garantiza la buena gestión de más de la mitad del territorio de nuestra comunidad.
Habida cuenta del peso que tiene este sector en la región, ASAJA demanda que se incremente el nivel de interlocución con las OPAs, básico para garantizar la vertebración del sector; y que se dote de mayor protección a los agricultores y ganaderos, que constituyen el eslabón más débil de la cadena alimentaria. Para ello exige medidas eficaces de gestión de los mercados, un marco jurídico europeo sobre competencia y cadena alimentaria, y mecanismos que aporten transparencia a las operaciones comerciales.
En lo que respecta a la reforma de la Política Agraria Común (PAC) ASAJA recuerda que Andalucía cuenta ya con una declaración institucional firmada por las organizaciones agrarias y cooperativas junto al anterior ejecutivo y demanda que el nuevo Gobierno defienda una PAC fuerte, común, sin recortes, con ayudas directasbasadas en derechos y regiones, que son las que permiten una mejor adaptación a las características agrarias y ambientales del territorio, y que abogue por un único plan estratégico nacional y una verdadera simplificación administrativa.
Respecto a la política comercial, ASAJA entiende que se necesita una estrategia de defensa eficaz frente a terceros, única vía para evitar atropellos como el sufrido por la aceituna negra española.
En cuestiones de sanidad vegetal, ASAJA sostiene que deben prevalecer los criterios técnicos y científicos sobre la demagogia y exige una política activa en defensa de los fitosanitarios, básicos para combatir las plagas.
ASAJA renueva su apuesta por la biotecnología agraria y recuerda que el propio Estatuto de Autonomía de Andalucía instaba a desarrollarla.
Con respecto a la investigación y a la innovación, ASAJA sostiene que la transferencia debe ser un requisito imprescindible para la financiación de proyectos. Es fundamental que la innovación se dirija a la explotación agraria.
Asimismo, ASAJA considera que la promoción de los productos agroalimentarios, tanto en los mercados europeos, como en otros países industrializados y emergentes, debe ser una prioridad.
La gestión del Plan de Desarrollo Rural de Andalucía (PDR-A) debe dar un giro radical en la nueva legislatura: Aprobar ayudas que favorezcan el relevo generacional, la modernización de explotaciones o el desarrollo de las medidas agroambientales no es suficiente, deben adaptarse a la realidad de nuestras explotaciones, deben equipararse a las que se conceden en otras CC.AA. y deben gestionarse, resolverse y pagarse con agilidad. Y todo ello desde la interlocución permanente en la planificación y seguimiento del PDR con las OPAs, lo que hasta ahora se ha incumplido sistemáticamente.
Asimismo, es necesario invertir en infraestructuras básicas de apoyo al tejido productivo agrario (red viaria, electrificación, banda ancha), vitales para la gestión diaria de las explotaciones.
Es necesario un compromiso firme con el apoyo a los jóvenes y, paralelamente, debe fomentarse la incorporación de las mujeres a la actividad agraria.
Respecto a los seguros agrarios, fundamentales en la prevención de riesgos, es necesario recuperar el nivel de apoyo autonómico y equipararlo al que se ofrece en otras CC.AA.
En lo que afecta a la ganadería, la dehesa y el monte mediterráneo se hace necesario buscar soluciones a la complejidad administrativa, la sanidad animal, la crisis de precios, etc. Este sector, clave en la ocupación del territorio, no puede estar en segunda división.
Respecto a la gestión del agua, ASAJA-Andalucía demanda una política hidráulica que de estabilidad y cohesión a nuestro territorio, evitando el “uso partidista” y acometiendo la modernización de todos los regadíos, el incremento de la superficie de riego, así comola capacidad de embalses y trasvases. Asimismo, la reducción de los costes energéticos en el regadío debe ser una prioridad.
ASAJA se muestra contraria a la aplicación de políticas conservacionistas extremas. Una sostenibilidad ambiental que imponga limitaciones y restricciones al desarrollo de la agricultura y la ganadería no debe prevalecer sobre la sostenibilidad social y económica de los territorios. Las normativas sectoriales y las de la propia PAC convierten en innecesarias nuevas figuras de protección y/o limitaciones adicionales.
Se necesita una política laboral específica para el sector agrario, que adecue la normativa de prevención de riesgos laborales a la realidad y peculiaridades del sector.
Y por último, en materia fiscal ASAJA-Andalucía insta a seguir avanzando en la reforma del Impuesto de Sucesiones y Donaciones para corregir aquellos aspectos quedificultan el relevo generacional.
Solo así será posible desarrollar una actividad agraria dinámica, innovadora y emprendedora para garantizar una agricultura sostenible, que genere empleo y riqueza, mantenga los más altos niveles de seguridad alimentaria, respeto medioambiental y bienestar animal.
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