Moreno desinfla la estrategia «anti-Podemos» de Díaz

«Mucho ataque de salón, pero a la hora de la verdad están ahí juntos».

La campaña electoral en Andalucía comenzó antes de tiempo. Los partidos decidieron no esperar a la madrugada y, aprovechando que había sesión de control al Gobierno en el Parlamento, allí mostraron sus estrategias. Alguno, como el líder de Ciudadanos, Juan Marín, se lo tomó tan al pie de la letra que prefirió no acudir a su cita en la Cámara andaluza e irse directamente a hacer campaña con Albert Rivera, de visita en Sevilla. El resto, al menos, sí cumplió y debatió con la presidenta Susana Díaz, aunque fuera en clave electoral.

Díaz también estaba mirando de reojo de las elecciones. Y en esta campaña tan polarizada, la presidenta de la Junta tiene claro que su gran rival no es solo el PP, sino la coalición Unidos Podemos, a la que las encuestas ya la señalan por encima del PSOE en votos y escaños en todo el territorio nacional. Quizá por eso se empeñó aún más si cabe en distanciarse tanto de IU como de Podemos. A Antonio Maíllo le afeó el momento «yo amo a Laura» que vive su partido con la confluencia de izquierdas; y con Teresa Rodríguez se mostró implacable, criticando el apoyo de ésta a Íñigo Errejón y las dudas del alcalde de Cádiz, José María González, sobre el encargo de Arabia Saudí para los astilleros de Cádiz.

En ese punto, la intervención del presidente del PP-A, Juanma Moreno, vino a quebrar esa estrategia de distanciamiento de Díaz con respecto a la confluencia de izquierdas que está ocupando el espacio electoral de los socialistas. «Mucho ataque de salón pero cuando llega la hora de la verdad ahí están juntos PSOE y Podemos», dijo Moreno. Los datos avalan esa afirmación: «Su partido ha alimentado a Podemos», le recordó a Díaz. «Se mete con el alcalde de Cádiz, pero lo votó el PSOE», dijo. De hecho, si los socialistas no hubieran apoyado a «Kichi», Teófila Martínez, que ganó las elecciones, seguiría siendo alcaldesa.

La campaña ya está aquí y Moreno también trató de erosionar otro de los argumentos de Díaz: el mantenimiento de los servicios públicos. El presidente del PP-A definió a la presidenta de la Junta como la «campeona de los recortes en Andalucía» y esgrimió un dato revelador: solo 90 de los 35.500 laborales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene contrato indefinido. Por eso, entiende el PP, Díaz ha aprovechado para activar el «botón rojo de las promesas electorales».

En C’s, la intervención corrió a cargo de Sergio Romero, que, desde la «moderación» –otro eslogan electoral– pidió a Díaz cambios en las políticas destinadas a los jóvenes andaluces.