Sevilla

Murillo revive cuatro siglos después como fotógrafo de denuncia social

La Fundación Cajasol acoge una muestra que actualiza a través del objetivo de una cámara doce lienzos insignes del pintor barroco

Antonio Pulido (centro) junto a los autores de la muestra fotográfica: José Antonio de Lamadrid y Laura León
Antonio Pulido (centro) junto a los autores de la muestra fotográfica: José Antonio de Lamadrid y Laura Leónlarazon

Los fotoperiodistas José Antonio de Lamadrid y Laura León presentaron ayer en Sevilla la exposición «Murillo Fotógrafo», en la que reviven doce emblemáticos lienzos del pintor barroco Bartomé Esteban Murillo como fotografías contemporáneas de denuncia social.

Esta muestra forma parte de los actos programados en Sevilla con motivo del Año Murillo, que conmemora el cuarto centenario del nacimiento del pintor hispalense, y exhibe doce fotografías de gran formato, que actualizan otros tantos cuadros del pintor barroco en instantáneas con un tratamiento escénico, de luz y de color similar a sus lienzos, pero con un contenido de denuncia social de dramas contemporáneos. Así, el óleo de Murillo que muestra una María Magdalena se transforma en una fotografía sobre la violencia machista, en la que la modelo que aparece en la instantánea es una víctima real de esta lacra social, o el cuadro de la vieja y la gallina es ahora una denuncia de la depresión, una de las patologías más prevalentes de la sociedad actual.

Los desahucios, la inmigración o la homofobia son otros de los dramas contemporáneos que Lamadrid y León denuncian, reviviendo lienzos de Murillo en fotografías de aire costumbrista, pero mostrando casi siempre víctimas reales de problemas de actualidad.

«Hemos querido arrojar luz a situaciones sociales que consideramos bastante importantes, representando cuadros de Murillo, con la peculiaridad de que no sólo tenemos un pie de foto, sino que los protagonistas de todos los cuadros han vivido de forma autobiográfica estas historias», explicó León. El mensaje de esta exposición –añadió– es «el mismo que el de un documental; cada fotografía explica un mensaje sobre el desahucio, el maltrato a la mujer, la depresión, las abuelas madre. Así hasta doce».

León relató que durante su trabajo como fotoperiodista publicó numerosos retratos de «muchas vidas marcadas por la tragedia», lo que le indujo a «perder la fe en el género humano», pero ahora esta exposición le permite denunciar doce injusticias, de las que se siente especialmente sensibilizada como la violencia machista y la homofobia.

El presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, aseguró que en esta exposición, que se exhibe precisamente en la Sala Murillo de esta entidad, «la fotografía toma el relevo del lienzo cuatro siglos después para denunciar desigualdades y marginación», manteniendo «la mirada sensible y humana que siempre tuvo Murillo».

De Lamadrid explicó que los dos fotógrafos han empleado año y medio de preparación y tres meses para el montaje de la exposición. comenzó con la elección de las doce obras de Murillo para transformarlas en fotografías, utilizando “una luz de estudio muy controlada” y cámaras de medio formato “para que den la calidad que se merece Murillo”.