Regate a la reválida dejando que los propios centros sean los que evalúen

La Junta sostiene el pulso al Ministerio de Educación, que el martes amonestaba a siete comunidades, incluida Andalucía, por eludir la reválida de Primaria fijada por Ley. La consejera del ramo, Adelaida de la Calle, respondió ayer en el Parlamento a la acusación de «insumisa» del PP-A explicando que la prueba, que dijo que no se haría, consistirá finalmente en una evaluación final individualizada a los alumnos de sexto curso a realizar por los propios centros y que se ajusta a los criterios de la Lomce, aunque paliando los «efectos perniciosos y segregadores» del decreto impuesto por el Estado, que consideró «un atropello» por aprobarse de espalda a las comunidades autónomas.

El Gobierno propone la reválida como una prueba sin efectos académicos, pero sí orientadores e informativos para los centros y las familias. Por este motivo, desde el PP, la diputada Marifrán Carazo, sostuvo que la Junta en realidad lo que tiene es «alergia» a una información creíble y «no manipulada», a la vista de los estudios internacionales que «han puesto en evidencia y destapado las vergüenzas» del modelo educativo andaluz. «Sólo le gusta la evaluación que ustedes controlan», afirmó, restando «validez y fiabilidad» a los resultados que el particular diagnóstico andaluz ofrezca finalmente. Porque la Junta delega los resultados a los propios centros y su profesorado, frente a la reválida aplicada y corregida por otros.

De la Calle dijo que los resultados se remitirán a las familias, bajo el formato «Informe final de etapa», sin que genere burocracia adicional a los docentes. Estos se limitarán a plasmar el resultado de la evaluación utilizando la escala que la norma establece. Según la consejera, la evaluación que propone el Ministerio rompe el concepto de evaluación continua con unos «exámenes finales», pero también justificó su decisión con argumentos pedagógicos –la norma estatal se centra en Lengua, Matemáticas, Ciencia y Tecnología–, organizativos –hay 93.000 alumnos de 6ºcurso–, económicos –elevado coste– y jurídicos –el Decreto está recurrido ante el TS–.

Por parte de Podemos, la diputada Libertad Benítez, indicó que el «paripé» que plantea la Junta «no acaba con la segregación» y que al aceptar la aplicación de la Lomce, los socialistas «han renunciado a ser alternativa al PP». Marta Escrivá, de C’s, aseguró que la reválida «guste más o menos hay que cumplirla» y señaló que no entendía que el Gobierno andaluz diga que está cumpliendo la ley cuando se le ha mandado un requerimiento por parte del Ministerio de Educación, que no se ha enviado a otras comunidades que también han realizado cambios (sólo cinco regiones, Castilla y León, La Rioja, Galicia, Madrid y Murcia, han hecho los deberes). Para Antonio Maíllo, de IU, la reválida «no sirve para nada» y se ha hecho «sin pies ni cabeza». «¿Méndez de Vigo ha pisado un colegio?», se preguntó.

Sin respaldo al experimento cántabro

Andalucía no seguirá el ejemplo de Cantabria y los alumnos no tendrán una semana de vacaciones cada dos meses. Adelaida de la Calle recordó que la comunidad ya ha aprobado su calendario escolar para el próximo curso, «en los mismos términos que se ha hecho siempre». Eso sí, la consejera de Educación mostró su respeto por la decisión de Cantabria, como «manifestación» de su autonomía.