Museo Thyssen

Reina por un día, en el Thyssen

La visión crítica es una de las características de las obras de los cuatro creadores que forman la muestra "Reflejos del Pop"

Equipo Realidad, Reina por un día II, 1969
Equipo Realidad, Reina por un día II, 1969larazon

El museo malagueño Carmen Thyssen acoge hasta el 4 de septiembre una exposición que indaga sobre la influencia del pop español en la España de las décadas de 1960 y 1970, a través de las propuestas creativas de Equipo Crónica, Equipo Realidad, Eduardo Arroyo y Luis Gordillo. La obra "Reina por un día II"(Equipo Realidad, 1969) es uno de sus principales reclamos.

En el aperturismo económico de España a finales de los años sesenta, durante el llamado desarrollismo franquista, la televisión tuvo un papel relevante como fenómeno de masas, a pesar de los pocos aparatos todavía disponibles y de su elevado precio en el mercado. Una incipiente sociedad de consumo encontró en la televisión una nueva forma de ocio doméstico a la que rendirse, a cambio de unos pocos consejos publicitarios. “Reina por un día”, reality importado de EE.UU. y presentado en horario de máxima audiencia por el galán Mario Cabré, pretendía recrear el cuento de la Cenicienta cumpliendo el sueño de las amas de casa españolas.

Abordan estos asuntos los artistas del Equipo Realidad, Jordi Ballester y Joan Cardells, con una visión tremendamente crítica de esa nueva sociedad de consumo, parodiando la coronación televisiva de la mujer anónima sustituida por la imagen real de una celebrity de la época, Paquita Torres como Miss Europa 1967. Con un lenguaje pop, tomado de los medios de comunicación, atizan sin contemplaciones a esos reinados efímeros que la televisión ofrece. Equipo Realidad no duró mucho como pareja artística, apenas una década, que coincide con los años de efervescencia política previos a la llegada de la democracia, y su actividad artística, por su alto compromiso ideológico, podría considerarse marginal y clandestina. Equipo Realidad se diluyó cuando la realidad fue otra, pero es curioso que aquella descarada audacia de sus obras siga resultándonos tan actual y pertinente, es que quizá no hemos cambiado tanto desde entonces.