Tregua navideña

Hasta hoy parece que tenemos una especie de huelga navideña de agresividad. Se siguen diciendo verdaderas sandeces, sobre todo por parte de la clase política, pero están dentro de lo que se considera normal. La Nochebuena fue tranquila en toda España, por mucho antisistema y por muchas avanzadísimas propuestas, como aquella de hace un par de años de entregar a los hijos a unas especies de comunas estatales para librarlos de las malas influencias que sus padres derramarían sobre ellos. Pues con esas y mil tonterías más todavía las familias y los amigos se reúnen en las casas por Navidad. Televisivamente pasó algo parecido. El discurso del Rey batió récords de audiencia. Raphael fue líder en su franja horaria. Igualmente pasó con Pablo Alborán. Sin duda, TVE sí que tuvo una noche buena, buenísima diría yo. Sobre el discurso del Rey, para mí impecable. Se escucharon tonterías variadas por parte del independentismo. Uno de sus líderes –resulta molesto citar nombres– como gran critica dijo dramáticamente: «Ha quedado demostrado que este es el Rey del 155». ¿Cuántas horas dedicaría a encontrar algo tan trascendental ? Tonto del... No sé cómo se dice en catalán. Felipe VI es el Rey de ese artículo y de todos los de la Constitución. Es el garante de la misma, fue su padre don Juan Carlos quien la firmó en un acto solemne en la Cortes y con su sanción quedó como ley de leyes, obligando a acatarla a todos desde el Rey hasta el último ciudadano de la nación. Así que tontín del Ampurdán, si pretendía una feroz crítica, lo que ha conseguido es reconocer la impecable actuación del monarca. Yo prefiero tonterías como las que cuenta el biógrafo de Paul McCartney. Al parecer, al músico le encantaba que su suegra le peinara los pelos de sus piernas. Era muy velludo y este trabajito del peine en semejantes partes le relajaba mucho. Una tontería, una cochinada, pero todo quedaba en casa y no hacía daño más que a su suegra, que por su niña Iris estaba dispuesta a todo.