Castilla y León
Aire fresco para la central nuclear de Garoña y para más de mil familias
Cuando todo parecía perdido ha llegado una bocanada de aire fresco para el Valle burgalés de Tobalina. Y es que la petición de Nuclenor al Ministro de Industria que mantenga abierta la puerta de renovación del permiso de explotación vigente de la central nuclear de Garoña ha llenado de alegría a muchas familias de la zona, que ya casi tenían preparadas sus maletas para marchase ante el cierre de la infraestructura que estaba prevista para el próximo 6 de julio.
Las reacciones no se han hecho esperar. Mientras que los trabajadores y los políticos del Partido Popular han mostrado su satisfacción por esta «lógica» decisión, los socialistas y los ecologistas piden que no se acepte la propuesta.
Confianza y optimismo
El Comité de Empresa de la central «celebró» la petición de Nuclenor al entender que se trata de una «buena noticia» para los trabajadores. Tras mantener un encuentro, con la compañía para conocer de primera mano la propuesta, la portavoz de los trabajadores, Alberto César, indicó que la iniciativa «puede suponer que Garoña no eche el cierre», lo que tras meses de desvelos e incertidumbre «supone mucho más de lo que cualquiera pueda pensar».
Asimismo, explicó que la solicitud al Ministerio de Industria «abre una puerta a la esperanza», cuando resta apenas mes y medio para la fecha contemplada para el cierre definitivo.
Alberto César afirmó que «creemos que si la empresa solicita la renovación del permiso de explotación es porque hay algún tipo de reunión por detrás que nos puede favorecer», informa Ical.
En la misma línea, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Carlos Fernández Carriedo, se felicitó por el anuncio efectuado por Nuclenor, porque permitirá mantener más de mil empleos.
También recordó que la posición del PP en las Cortes de Castilla y León «es conocida», ya que se alcanzó un acuerdo de Comunidad en defensa de la central nuclear de Garoña.
El subdelegado del Gobierno en Burgos, José María Arribas, reconoció que la petición al Ministerio de Industria abre «una vía» para que Garoña pueda seguir siendo «un activo industrial de generación energética en España», aunque advirtió de que en el caso de que prosperara la solicitud, la central podría permanecer en la situación de «parada fría» que mantiene desde diciembre del pasado año.
Voces críticas
No están tan satisfechos los dirigentes socialistas ni las asociaciones ecologistas, con Greenpeace a la cabeza. El secretario de Organización del PSOE en Castilla y León, Julián Simón de la Torre, calificó la decisión de Nuclenor «un paso más de una fase de oscurantismo en la que no se sabe a qué está jugando el Gobierno de España y la empresa». El dirigente socialista intuye que la petición suena a «presión de la compañía a un Ejecutivo, que no tiene una política energética clara, ni rumbo en casi nada». Al respecto, el secretario provincial del PSOE, Luis Tudanca, declaró que «lo que se está haciendo con Garoña supone un precedente a nivel mundial» y da «buena cuenta del chantaje de las eléctricas a Mariano Rajoy».
Por último, el colectivo Greenpeace exigió al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) cumpla y no autorice la prórroga a la central nuclear burgalesa.
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