Al menos 224 suicidios en un año en Castilla y León, de los que 169 son hombres

Las cifras son estremecedoras. Al menos 224 castellanos y leoneses cometieron suicidio en un año, de los que 169 fueron hombres.

Así lo revelan los últimos datos del Insituto Nacional de Estadística (INE), pertenecientes al 2015. En ellos se refleja que cada semana se produjeron en nuestra Comunidad 4,3 fallecimientos por voluntad propia.

En ese año se rompió una tendencia al alza que comenzó en 2011 y que dejó en el 2014 un pico de 240 muertes, y Castilla y León acumuló el 6,1 por ciento de los suicidios que se sufrieron en toda España.

Además, desde al año 200 deciden quitarse la vida una media de 169 hombres y 47 mujeres, lo que convierte a la Región en la sexta Comunidad Autónoma en números de suicidios.

En el 2015, el mayor número de casos se dieron a partir de los 79 años, seguidos de las personas comprendidas entres los 40 y los 49 años, aunque en años anteriores gran parte de estos fallecimientos se producían entre los 40 y los 59 años de edad.

Una de las tendencias más significativas en la Región es el aumento del riesgo de suicidio con la edad, sobre todo en varones. En cuanto a los más jóvenes, el riesgo de tomar esta decisión se multiplica por 10 en el caso de los chicos y por tres en mujeres.

Para los especialistas en el tema, las cifras reflejadas en las últimas estadísticas del INE sacan a la luz dos parámetros «muy importantes y sobre los que conviene poner el foco, como es el aumento de los casos en mujeres y en los jóvenes, mientras desciende el de hombres adultos y ancianos».

En el caso de las personas de menor edad, los expertos señalan al acoso escolar y las nuevas tecnologías como factores de riesgo, ya que aumentan la sensación de soledad del afectado. El aumento del suicidio en mujeres podría deberse, según los entendidos, a la incapacidad para sobreponerse al dolor que ha dejado en las familias la crisis económica, ya que desde su inicio, en 2008, el números de castellanas y leoneses que decidieron quitarse la vida no ha dejado de crecer.

signos de alerta

El coordinador de la Fundación de Asistencia Nacional para la Ayuda al Enfermo de Depresión (Anaed), José Ramón Pagés, asegura que la persona que se plantea el suicidio suele mostrar ciertos signos que pueden ayudar a sus seres cercanos a evitarlo.

«El más significatico es que diga que no tiene ganas de vivir», afirma y avisa de que hay que tomarse «muy en serio esas palabras».

Advierte de que es posible que la persona no lo manifieste abiertamente «pero se le note en un cambio de carácter al estar más encerrado en sí mismo o estar siempre de mal humor».

En estos casos, puede que esa persona tenga «algún tipo de depresión», por lo que hay que ofrecerle ayuda.

Siempre queda esperanza

El Teléfono de la Esperanza ha iniciado una nueva campaña para prevenir el suicidio en el que inventa a esperar, no tomar decisiones impulsivas y reflexionar. «Es una cuestión de salud pública de primera magnitud», indica la concejala de Servicios Sociales, Rafaela Romero, quien afirma que se debe «mostrar el suicidio como cualquier otra cause de mortalidad y no convertirlo en un tema tabú».