Asuntos sociales

Cada vez más pueblos ofrecen «cheque bebé» para combatir la despoblación

Las ayudas alcanzan hasta los 3.000 euros y exigen empadronamiento y permanencia

El alcalde de Valencia de Don Juan, Juan Martínez Majo, acompaña a algunos de los beneficiarios de las ayudas
El alcalde de Valencia de Don Juan, Juan Martínez Majo, acompaña a algunos de los beneficiarios de las ayudaslarazon

Lucha contra la despoblación en el medio rural, pero también una medida para apoyar a hogares que quieren ampliar la familia y la situación económica les tiene con la soga al cuello. Por ambas cuestiones, cada vez más municipios castellanos y leoneses se suben al carro de las ayudas vinculadas a la natalidad, lo que durante años se conoció como «cheque bebé», por la fijada por el gobierno socialista, que estuvo vigente entre julio de 2007 y diciembre del año 2010. Las exigencias, no son muchas. Básicamente el compromiso de permanencia y la residencia con anterioridad al alumbramiento por parte de alguno de los padres (o los dos). «Para evitar la picaresca», coinciden en señalar los responsables municipales.

Así, hay casos como el de los pueblos que forman la Merindad de Valdeporres, en la provincia de Burgos, donde residen casi 500 habitantes. Allí se han fijado ayudas progresivas, que van desde 2.000 euros para el primer hijo, hasta 3.000 para el tercero, pasando por 2.500 para un segundo vástago.

Una cantidad nada desdeñable que ya ha recibido una familia de Puentedei, donde venía al mundo un pequeño el pasado año. Pero, según explican desde el Ayuntamiento, los beneficios no se quedan ahí. «Los niños tienen libros gratis hasta llegar al instituto», apuntan esas fuentes.

En los últimos meses ha habido incorporaciones a esta iniciativa. Concretamente, en Ávila, un municipio como Mombeltrán, en el barranco de las cinco villas, que recientemente publicaba una orden de ayuda de 500 euros -pago único- para familias que inscriban en el registro civil al niño, siempre que al menos un progenitor lleve dos años empadronado.

Este municipio de 1.210 habitantes registra al año entre cinco y siete nacimientos, explican desde su consistorio, por lo que la medida imprime un apoyo importante para hogares a los que ya no llegan «cheques bebé» del Gobierno y los fondos autonómicos son beneficio fiscal que se aplica en la siguiente anualidad en las declaraciones de los progenitores desde 2011.

También en la provincia abulense, el nacimiento de Mario, en Villaviciosa, anejo de Solosancho, fue todo un acontecimiento. Hacía 20 años que no llegaba al mundo un bebé de la pedanía del Valle Amblés. Su padre se encontraba parado, lo que encendió la chispa para la aplicación, por parte del Ayuntamiento, de una norma por la que se fijaban 300 euros para niños con padres empadronados con una antigüedad de al menos nueve meses y a los que se exige una permanencia efectiva en la localidad de cinco años. «La ayuda se pensó para remontar la natalidad, pero sobre todo para paliar la difícil situación de muchas familias», explica el alcalde, Benito Zazo (PSOE), quien lamenta que se hayan ido suprimiendo ayudas como ésta o las referentes a guarderías.

En Salamanca, al oeste, otro municipio, como Aldeadávila de la Ribera establecía en 2005 una orden por la que se concedían recursos a las familias que llevaran al menos ocho meses censados y fueran a seguir allí. Lo explica el administrativo Agustín Díaz, quien asegura que la medida se aplica a partir del fraccionamiento del total (3.000 euros) en veinte pagos de 150 euros, para señalar después que la última familia que se ha beneficiado de esta iniciativa lo ha hecho en noviembre.