Carnero se vuelca en la lucha contra la pobreza energética en pueblos de Valladolid

Ayudar a las familias que se encuentran en situación de precariedad y mejorar la calidad de vida de los vecinos de los pueblos vallisoletanos. Éstas son algunas de la prioridades de la Diputación de Valladolid. Su presidente, Jesús Julio Carnero, acaba de poner en marcha distintas medidas encaminadas a luchar contra la pobreza energética en los hogares del medio rural de la provincia castellana y leonesa.

El objetivo de la institución provincial es financiar las actuaciones que mejoren la microeficiencia energética. El presupuesto de la convocatoria para 2018 asciende a 200.000 euros.

Además la cuantía máxima por ayuda es de 2.250 euros, y también se fija para esta convocatoria un importe adicional de 100.000 euros.

Los destinatarios son todas las personas físicas, residentes en municipios de la provincia de Valladolid de menos de 20.000 habitantes que cumplan las condiciones establecidas por la institución provincial. Los interesados pueden presentar las solicitudes hasta el próximo 2 de abril de 2018.

Instalación de válvulas termostáticas, material de aislamiento en puertas, ventanas, cajas de persianas, adquisición de sistemas de calefacción (estufas, calderas de pellet,...) que supongan mejoras respecto al sistema existente, y otras, podrán ser subvencionadas en la vivienda habitual de las personas que lo soliciten.

En la misma categoría puede entrar la sustitución por lámparas de bajo consumo, reguladores de electricidad electrónicos en lugar de los interruptores habituales, incorporación de regletas, y revisión de cuadro eléctrico, en el ámbito de la iluminación.

En cuanto a la microeficiencia sanitaria, las medidas adoptadas por la Diputación Provincial son la instalación de grifos mixtos, cabezales de ducha de bajo consumo, cisternas de inodoro con doble pulsador de descarga o sustitución de los contadores de agua.

Por otra parte, la institución provincial vallisoletana también convocó las subvenciones a las ONG's que, por primera vez, tendrán carácter bienal.

El presupuesto para las dos anualidades 2018-2019 asciende a casi los 900.000 euros que se distribuye al 50 por ciento por año.

Las ayudas servirán para favorecer las líneas de Cooperación al Desarrollo, Ayuda Humanitaria y Ayudas de emergencia, que permiten mejorar la atención y los servicios públicos de las familias vallisoletanas que residen en los pueblos con menos habitantes de la provincia.