Ávila

Crean empleo a través de apagar incendios

Eduardo de la Orden, socio de Siscoin, en Ávila, asegura que lo que diferencia a una empresa de otras es la calidad y el precio

Crean empleo a través de apagar incendios
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Eduardo de la Orden, socio de Siscoin, en Ávila, asegura que lo que diferencia a una empresa de otras es la calidad y el precio

«El hecho diferencial de una empresa debe ser la calidad en el servicio, ser competitivos». Así lo apunta Eduardo de la Orden, de Sistemas contra Incendios (Siscoin), con apenas tres años de andadura y situada en el Polígono Industrial de Las Hervencias, en Ávila. Una compañía que nace de la experiencia laboral, durante años, de este joven en Madrid, y la pericia de su socio, Juan José Corral, con una dilatada trayectoria en el sector.

Ese recorrido les ha hecho ganar mercado, en particular en la zona sur de Ávila, además de ciertos contratos en el Norte de Toledo, Salamanca y Madrid. «Nuestro objetivo es abarcar toda nuestra provincia y, cuando tengamos capacidad, otras», expone Eduardo, quien detalla que Siscoin se ha hecho un hueco por la metodología de trabajo diferenciada que aporta. «Creíamos que se podía hacer de otra manera, mejor, de forma que, por ejemplo, nuestros mantenimientos -que deben ir de una vez al año para particulares a cuatro en grandes industrias-, se hacen siempre de cara al público, sin trampa ni cartón», argumenta. En este punto, remarca que «nuestro principal reto se centra en cumplir siempre la normativa y mostrar cómo debe actuar siempre el cliente, de manera que solemos asesora al personal de mantenimiento o a los propios propietarios, si es oportuno y necesario».

«No vendemos el servicio centrándonos en el precio, si bien hay que mostrar todas las posibilidades, porque en los tiempos que corren, la gente sólo pretende cumplir. De manera que, lo que se paga, al final se nota mucho, dado que las calidades varían enormemente», detalla.

Eduardo defiende el autoempleo. En su caso, afirma, «conocía bien el negocio y vi viabilidad en lanzarme a esta iniciativa. Sabía de tarifas, de oferta de servicios. Conocía que estaba haciendo la competencia en esta zona de España, y todo eso, sumado al respaldo de mi socio, me empujó a emprender».

El catálogo de productos que maneja Siscoin es amplio, desde el más básico -el tradicional extintor- a lo último en el mercado. Así, es posible conseguir de su mano bocas de incendios específicas, sistemas automáticos de detección de humos, mecanismos de extinción para garajes o mecanismos térmicos dirigidos a campanas de cocina en ámbitos industriales o de hostelería.

Con ese amplio ramillete de posibilidades, Eduardo de la Orden confiesa que han logrado un buen número de clientes. De todo tipo. «Es uno de los aspectos más interesantes de este negocio, que el espectro de público al que prestamos servicios es muy variado. Desde un pequeño comercio, a una comunidad de vecinos o un particular, dado que, según la normativa actual, existen unas exigencias a cumplir por parte de todos, en el ámbito público como en el privado».

Intrusismo profesional

En ese marco, el de la legalidad, Eduardo alza la voz ante un problema que, asegura, está muy presente en nuestro país, el de la piratería. «Es algo que nos está haciendo polvo, porque, como la gente desconoce qué exigen las normas, hay mucho caradura que nos quita mercado, pero no sólo, además deteriora la imagen de este tipo de negocio, pagamos justos por pecadores y en ocasiones se no mira como si fuéramos estafadores», lamenta.

Siscoin trabaja también con las instituciones públicas. «Es una garantía trabajar con ellas», señala Eduardo, a la par quien considera, no obstante, que los autónomos y empresas, en general, se enfrentan a un problema que no atañe tanto a otros colectivos laborales. Se refiere, concretamente, al adelanto del pago del Impuesto sobre el Valor Añadido, que impone numerosos contratiempos a las pymes y micropymes. Asimismo, señala, otra espada de Damocles que se cierne sobre las empresas auxiliares es que las firmas más grandes, abocadas al cierre por la crisis, incumplen contratos previamente sellados, lo que ocasiona pérdidas, sí o sí, a las subsidiarias por los posteriores procesos consursales encaminados a la clausura de negocios, que derivan en una pescadilla que se muerde la cola.

de cerca

Tras una fuerte inversión, Siscoin empieza a ver como el que siembra recoge. «Éste va a ser el primer año en el que sonriamos presupuestariamente», confiesa Eduardo de la Orden. Todo un éxito en los tiempos que corren para este joven , abulense con experiencia laboral de años, en varios sectores, que apostó fuerte por el empleo por cuenta propia y se ha hecho un hueco en un mercado nada sencillo. «Logré conocer bien este sector, gracias al tiempo que trabajé en Madrid, porque trabajar allí, en este campo, sí era la jungla», ironiza.