Gastronomía
«En muchos pueblos, las cooperativas son la única industria que crea empleo»
Gabriel Alonso asegura que el cooperativismo es el sistema asociativo ideal
El pasado 25 de junio, Gabriel Alonso era elegido, por tercera vez, para dirigir durante cuatro años más la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl). Una organización que aglutina a 160 cooperativas y más de cincuenta mil agricultores y ganaderos.
Aunque avanza a LA RAZÓN que éste será su último mandato, asegura también que lo afronta con enormes ganas e ilusiones renovadas, pero, sobre todo, con el principal objetivo de que el Gobierno regional apruebe cuanto antes el decreto que permitirá crear las denominadas entidades asociativas prioritarias y reglamentarlas. Una de las iniciativas que, en su opinión, «robustecerá a las cooperativas, porque recibirán el impulso que necesitan para crecer adecuadamente y ser más fuertes, mejorar su funcionamiento y especializarse y, en definitiva, ganar en profesionalización y competitividad para salir fuera a vender los productos y conquistar los mercados». Gabriel Alonso es consciente de que todas las cooperativas no van a poder acogerse a esta figura por su facturación -ya que, entre otras cosas, la Junta exigirá como requisito llegar a los 30 millones de euros al año- pero destaca que se van a llegar a acuerdos y convenios que permitirán a las cooperativas que se queden fuera disfrutar de las prebendas que tendrán las prioritarias. Como por ejemplo, favorecer las nuevas incorporaciones de jóvenes. Ésta es la principal reclamación que el presidente de las cooperativas de Castilla y León le hace el futuro responsable de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Comunidad. «Me conformo con que se cumpla lo que se ha prometido y que se reglamente cuanto antes estas entidades prioritarias porque serán una herramienta importante para los ganaderos del vacuno de leche, que son los que peor lo están pasando en estos momentos», apunta el presidente de Urcacyl, a quien cuando tenga que dejar el cargo le gustaría que todos los agricultores y ganaderos estuvieran convencidos, como lo está él, de que el cooperativismo, pero profesional, es el sistema asociativo ideal. «Con los años perdurará y se demostrará», augura.
En este sentido, recuerda que en los años más duros de la crisis, las cooperativas «no sólo se han mantenido, sino que han sido capaces de crecer en facturación y crear empleo». Al respecto, dice que en los últimos cuatro años el crecimiento ha sido del 6 por ciento en generación de puestos de trabajo y que han pasado de facturar en torno a 1.800 millones de euros a los más de 2.300 durante el pasado año. «No han solucionado la crisis pero sí que han ayudado a paliarla», insiste, mientras afirma, convencido, de que las cooperativas son indispensables para la supervivencia de los pueblos. «Estamos necesitados de gente y las cooperativas son la estructura ósea y sanguínea del mundo rural. Y es que en esta Comunidad hay muchos pueblos en los que la única industria y el único empleo lo crean las cooperativas», destaca.
Para este agricultor que disfruta del campo cada día en la localidad vallisoletana de Peñafiel, los retos de futuro pasan también por que las cooperativas mejoren su comunicación, y destaca los cursos para rectores y gobernantes de cooperativas que van a poner en marcha para ello. «Es indispensable darnos a conocer y que la gente sepa cuáles son nuestros productos», mientras anima a salir fuera y participar en ferias, y avanza que antes de Navidad presentarán un nuevo catálogo con los productos de las cooperativas de Castilla y León.
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