Energía nuclear
Garoña, pendiente de que el Gobierno cambie la tasa de combustible nuclear
Preocupación ante el incierto futuro empresarial en esta zona burgalesa
Pasan los días y el futuro de la central burgalesa de Santa María de Garoña, ya desconectada de la red eléctrica desde el pasado domingo, parece tener las horas contadas. Solo el Gobierno podría dar un vuelco a esta situación, si modifica o anula la nueva tasa del combustible nuclear que se incluye en la Ley de Medidas Fiscales de Sostenibilidad Energética de los Presupuestos Generales del Estado de 2013, que entrará en vigor el 1 de enero, y que grava con 2.190 euros cada kilogramo de combustible nuclear gastado.
La empresa que gestiona la central, Nuclenor, ya ha dicho por activa y por pasiva que si se mantiene en estas condiciones este impuesto el negocio no es viable, por lo que no continuaría operando y echaría el cierre definitivo a una central que lleva funcionando 41 años.
Ante esta situación de incertidumbre, crece también la preocupación entre los empresarios de esta comarca burgalesa, que viven expectantes todo lo que está ocurriendo. El presidente de las Cámaras de Comercio de Castilla y León, Fernando Escobillas, asegura que el cierre de la central supondría un 'palo' para las enumerosas empresas que trabajan directamente con la central nuclear desde hace muchos años, pero sobre todo para muchos trabajadores, que se quedarían en la calle sin indemnización alguna. Escobillas pide al Gobierno y Nuclenor que sean serios y que alcancen un acuerdo que dé vida a la central durante más años mientras sea segura, pero también, mientras se empiece a aplicar el plan de reactivación económica necesario para esta zona, ya que éstas no empezarían a tener efecto hasta dentro de unos años.
De la misma forma, desde la patronal castellano y leonesa Cecale piden «cordura» y «buena voluntad» tanto al Gobierno como a la empresa para que puedan encontrar ese espacio de unión que termine con este conflicto y que permita a la central seguir operando.
En el PSOE piden una inyección económica de 35 millones de euros para reactivar económicamnte esta zona así como que se retome el plan iniciado por Zapatero para dar una nueva alternativa a esta zona. Desde el Gobierno, el delegado en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, eludía ayer en Ólvega hablar de este plan, porque se mostraba esperanzado en llegar a un acuerdo que evite el desmantelamiento de la central. Pero advertía a Nuclenor de que cerrar la central sería un error porque cumple con todos los requisitos para seguir abierta, y que de producirse este hecho, el único culpable sería la empresa.
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