Valladolid

Herrera respalda a Renault y dice que atenderá a los que pierdan su empleo

«Castilla y León no puede permitirse no apoyar a esta multinacional», asegura el presidente

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, interviene desde su escaño en las Cortes, en presencia del vicepresidente De Santiago-Juárez y de la consejera Pilar del Olmo, así como del presidente del PP, Alfonso Fernández Mañueco, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Raúl de la Hoz, y el alcalde de León, Antonio Silván
El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, interviene desde su escaño en las Cortes, en presencia del vicepresidente De Santiago-Juárez y de la consejera Pilar del Olmo, así como del presidente del PP, Alfonso Fernández Mañueco, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Raúl de la Hoz, y el alcalde de León, Antonio Silvánlarazon

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, salió ayer en defensa de Renault, ante el anuncio de su dirección en España de suprimir el turno de noche en las factorías de Valladolid y Palencia. Una decisión que, según los sindicatos, afectará directamente a 1.400 trabajadores a los que no se renovará su contrato, y según el procurador de Izquierda Unida, José Sarrión, esa cifra se elevará a 4.000 contando los puestos de trabajo de empresas auxiliares y servicios ligados a la empresa francesa que se verán perjudicados de forma indirecta.

Lo hizo en las Cortes, durante la sesión de control a su Gobierno, mientras contestaba la pregunta de Sarrión sobre qué piensa hacer la Junta para paliar esta situación. Cuestión en la que el dirigente de IU mostraba su rechazo a la actuación de la compañía automovilística «tras haber recibido millones de euros en ayudas públicas». «Castilla y León no puede permitirse no apoyar a Renault», respondía el presidente, al afirmar que la multinacional «siempre ha cumplido con sus compromisos» y que la decisión de suprimir ese turno se debe a las circunstancias del mercado.

Herrera reivindicaba la importancia del Grupo, del que forma parte Nissan también, en el tejido industrial y empresarial, apuntaba que Renault «siempre ha trabajado y seguirá trabajando» para generar empleo estable y de calidad y más actividad, y quería dejar claro en su intervención que, en ningún caso, la automoción se encuentra en crisis.

De la misma forma, y tras admitir que la noticia «no es buena», se comprometía a atender a todos y cada uno de los trabajadores que puedan quedarse sin empleo por esta decisión, a través del diálogo con la empresa y los trabajadores, pero también llegando a acuerdos políticos e industriales que generan empleo y faciliten la reincorporación de los afectados Antes, José Sarrión dejaba entrever durante su turno de réplica que Renault «está cometiendo fraude de Ley en sus contrataciones eventuales», y ponía como ejemplo hasta cuatro decisiones judiciales que, según decía, así lo atestigua. «Venden un modelo de responsabilidad social y luego dejan tirados a los trabajadores», denunciaba el también portavoz del Grupo Mixto, a la vez que pedía a la multinacional que, al menos, favorezca que en sus contrataciones eventuales, los trabajadores desempeñen su labor al menos un año para que puedan después tener prestación por desempleo.

Igualmente, reclamaba que se lleven a cabo reubicaciones de los afectados a otras líneas de la compañía y más contundencia en forma de inspecciones por parte del la Junta.

Duro cara a cara con Podemos

El cara a cara entre Herrera y Pablo Fernández volvía a ser intenso, sobre todo por las descalificaciones de este último. El líder de Podemos denunciaba que nueve de cada diez contratos que se realizan en la Región son temporales, y llamaba a Herrera «mentiroso trilero y vendehumos», además de pedir su «dimisión irrevocable» por haber situado a Castilla y León «a la cabeza en precariedad laboral». El presidente rechazaba ese dato al recordar los 55 meses seguidos creando empleo y los 43.000 afiliados más en esta legislatura, y destacar la calidad y estabilidad del empleo, donde ocho de cada diez contrataciones son indefinidas y el 76 por ciento de los asalariados están fijos. «La mayor precariedad es la de no tener un empleo», le espetaba Herrera.