Centros de Salud

Iniciativa del Sacyl para reducir a cero las infecciones quirúrgicas en los hospitales

Al menos uno de cada cuatro contagios, que se registra en un complejo asistencial, está relacionado con una intervención

Mario Castaño, jefe de Cirugía Cardíaca del Hospital de León, con parte del equipo que está en el Proyecto
Mario Castaño, jefe de Cirugía Cardíaca del Hospital de León, con parte del equipo que está en el Proyectolarazon

La Consejería de Sanidad quiere rebajar las cifras de infecciones quirúrgicas en la red de hospitales de Sacyl y se ha embarcado en el Proyecto Infección Quirúrgica Zero (IQZ) cuyos resultados reforzará con otro de Cirugía Segura. Son dos iniciativas que persiguen mejorar la calidad de la asistencia, la seguridad de los pacientes y reducir a la mínima expresión estas infecciones.

Una cuarta parte de todas las infecciones que se registran en un hospital están relacionadas con un proceso quirúrgico, problema frecuente que sufre el 8 por ciento de los pacientes operados. Además, algunas de estas infecciones son potencialmente graves -una de cada cuatro-, y tienen importantes consecuencias para el enfermo y el sistema en términos de comorbilidad, prolongación de estancias hospitalarias, incremento de la mortalidad perioperatoria y todo lo que implica en términos de sostenibilidad.

Los responsables de esta aventura son los integrantes de 16 servicios de once de los 14 hospitales del Sacyl. En concreto, ocho servicios de Cirugía General, cuatro de Traumatología, tres de Cirugía Cardíaca y uno de Ginecología. Ellos comenzaarán a pilotar este año los programas y protocolos para extrapolarlos a la red hospitalaria. Objetivo: reducir un 15 por ciento la tasa de infección en el lugar quirúrgico.

Las nuevas medidas, que ya realizan de forma aislada algunos centros, pasan por una adecuada administración estandarizada y protocolizada de antibióticos dentro de la hora previa a la incisión. También, por cortar el vello en la zona donde se va a intervenir, en lugar de rasurarlo, ya que está demostrado que así se previene la contaminación con gérmenes de la piel y la contaminación y posterior infección de la incisión quirúrgica.

El protocolo incluye desinfectar la piel con clorhexidina alcohólica, en lugar de povidona yodada, el control de la temperatura del organismo durante el proceso operatorio por encima de los 36 grados, porque lo prepara mejor para la defensa frente a las infecciones, así como mantener niveles de glucosa adecuados (por debajo de los 180 miligramos), debido a que mejora sustancialmente las defensas del organismo.

A estas medidas se suma investigar resultados en salud sobre la seguridad, por medio del uso de listados de verificación quirúrgica; etiquetado de la medicación para prevenir errores en la administración de medicamentos, y prevención de la enfermedad tromboembólica venosa.