Jesús Julio Carnero dedica su glosa al Paño de la Verónica a las mujeres valientes

El presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, tuvo el honor de glosar el «Paño de la Verónica 2018». La Iglesia Parroquial vallisoletana de San Andrés Apóstol se quedó pequeña para acoger este acto a la finalización del tercer día del Solemne Triduo a Cristo Camino del Calvario.

Acompañado del presidente de la Real Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura de Valladolid, Tomás Ángel Santos Cano, Jesús Julio Carnero dedicó su glosa a las mujeres valientes, «a todas esas Verónicas de hoy que tanto nos ayudan».

Tras mostrar su «orgullo, emoción y responsabilidad» por pregonar este acto, Carnero indicó que «hablar de una mujer, glosar su actitud, es lo mejor que podemos hacer los hombres en la sociedad actual». «Su actitud es el de una mujer que quiere ayudar expresamente, al mismo tiempo que quiere sentir, que quiere moverse, que quiere atrapar el ''vero icono'', que quiere conocer la imagen de Cristo», explicó el presidente de la Diputación de Valladolid. También subrayó que «hoy, en nuestra sociedad actual Verónica sigue cruzándose en nuestras vidas y sigue teniendo nombre femenino. Son todas esas organizaciones que realizan una labor llena de solidaridad y que yo veo en la ciudad y en la provincia de Valladolid todos los días».

En este sentido, Carnero aseguró que «Verónica es la Cruz Roja, Verónica es Cáritas, Verónica es el Banco de Alimentos, Verónica son los Donantes de Sangre, Verónica es la actitud de cada uno de nosotros cuando nos ponemos no enfrente de los otros, sino en su lugar». «Y el Paño de esa Verónica busca el rostro de la sonrisa del niño, de la dulzura del anciano, de la tranquilidad de la mujer», declaró.

«¿Y Cristo?¿Quién es Cristo hoy», se preguntó el presidente de la institución provincial vallisoletana, y contestó que «el dolor de Cristo es el dolor de la mujer maltratada, el de la persona sin empleo, el del anciano lleno ya sólo de soledad, el del niño sin infancia, el del emigrante sin pasado y quizás tampoco futuro, el del joven desilusionado, el de las familias vulnerables, el de la persona sin techo que deambula por las calles en busca de un refugio para pasar la noche», indicó.

Por ello, Carnero dijo que «sabiendo que el dolor está ahí también sabemos que el ser humano no ha perdido la inclinación de ser bueno». «Y yo sé que Verónica es mujer, porque mujer es la esposa, la madre, la amiga, la hermana, que siempre, siempre se traviesa. Alguien como todas vosotras, que movéis el mundo, que merecéis respeto», concluyó.