La Policía investiga la muerte de la joven que pudo ser estrangulada

LEÓN- Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de León investigan la autoría de la muerte de una mujer rumana, de 21 años, cuya identidad es D.CH., que fue encontrada sin vida en la noche del pasado miércoles, con signos evidentes de violencia, en una vivienda del barrio leonés de San Mamés.

El cuerpo, localizado por compañeros de piso de la fallecida, en el que ella tenía alquilada una habitación desde hacía pocas semanas, presentaba síntomas de haber sido estrangulado. El Servicio 112 de Emergencias de Castilla y León avisó a la policía sobre las 21.46 horas del miércoles, y las dotaciones que acudieron al lugar de los hechos, el número 6 de la calle Menéndez Pelayo, hallaron el cadáver, que ya presentaba evidentes signos de descomposición, según los testimonios recogidos por la Agencia Ical.

El fallecimiento podría haberse producido hace tres o cuatro días, pero los compañeros de piso de la joven fallecida, una matrimonio con un bebé -también de nacionalidad rumana- no se percataron de la presencia del cadáver.

Iniciada la correspondiente investigación para la identificación del responsable de los hechos, el caso se ha remitido al juzgado número 4 de la capital leonesa.

Los vecinos del barrio de San Mamés se mostraban conmocionados tras conocer el suceso. Algunos, que prácticamente no conocían a la joven, que residía allí desde hacía poco tiempo y que podría haber recibido la visita de su compañero sentimental el último día que fue visto con vida.

Nadie oyó nada

«No se ha oído nada», aseguraba una vecina del inmueble donde ocurrieron los hechos, que se mostraba sorprendida e impactada tras lo ocurrido. «Me enteré cuando llegué a casa anoche y vi que había mucho policía. Esta chica ha aparecido hace unos días y aquí vive desde hace unos meses un matrimonio con un bebé con los que nunca ha habido ningún problema», añadió.

Otros vecinos del edificio tampoco escucharon nada que les pudiera parecer sospechoso días atrás. La misma sorpresa la muestran residentes y comerciantes de la zona, quienes aseguraban que nunca se había producido un suceso tan grave en su entorno.

La familia que ocupaba el piso hasta la llegada de la nueva inquilina, la joven fallecida, no ha tenido ningún problema de convivencia el bloque.

No ocurrió siempre lo mismo, apuntaban algunos de los testimonios recogidos, ya que la misma vivienda fue ocupada con anterioridad por otros ciudadanos rumanos que habrían desvalijados antes de abandonar el piso, donde al parecer se ejercía la prostitución.