Castilla y León
«La sociedad nos necesita para avanzar en lo económico y fortalecerse en lo humano»
Así lo asegura a LA RAZÓN Francisco Sardón, recién reelegido al frente del Cermi de Castilla y León, entidad que trabaja por mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad
Hace poco menos de un mes, Francisco Sardón era reelegido por tres años más al frente del Comité Autonómico de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) en Castilla y León. Una nueva etapa que afronta con ilusiones renovadas pero, sobre todo, con varios desafíos irrenunciables para el colectivo. El primero de ellos, recuperar las cuantías económicas que percibían las personas dependientes, perdidas por estos años de crisis, y principalmente las de Grado III de dependencia. Sardón considera esta medida una prioridad ante la mejora de la situación «para que estas personas puedan vivir de forma holgada y sin que les suponga casi la totalidad de sus ingresos».
Otro de los retos pasan por profundizar en el desarrollo de los servicios que se prestan en el medio rural, el gran caballo de batalla del colectivo, y especialmente ahora en pleno debate político sobre la Ordenación Territorial en Castilla y León. «Las personas con discapacidad tenemos mucho que decir al respecto porque el 46 por ciento del colectivo vive en pueblos y quiere seguir allí», señala el presidente del Cermi, quien defiende el modelo multiservicios por el que está apostando la Junta de Castilla y León, pero insiste en que lo más importante «es que se contemplen las necesidades que hay en el medio rural y que nadie se quede sin recibir un servicio».
La tercera de las prioridades para este nuevo mandato pasa por la empleabilidad de las personas con discapacidad. Al respecto, Francisco Sardón valora positivamente la tendencia de los últimos tiempos, con hasta 1.189 contrataciones en 2015, 750 de ellas en centros especiales de empleo y, el resto, cerca de medio millar, en empresas ordinarias. «Vamos por el buen camino, pero ahora debemos profundizar más en este tema», apunta Sardón, convencido de que la sociedad necesita a las personas con discapacidad para avanzar en lo económico pero también para fortalecerse en lo humano. «Venimos de un modelo social que sólo nos ofrecía atención, pero ahora lo que queremos es ser partícipes y contribuir con nuestro conocimiento y con nuestro trabajo a una sociedad mejor y de mayor calidad en lo social y en lo económico», insiste el presidente del Cermi.
Para ello, tiene claro que la empresa privada «tiene que ser nuestra gran aliada y nuestro compañero de viaje en este nuevo modelo para poder demostrar que somos personas productivas, pero que además queremos relacionarnos con la sociedad y participar activamente en ella». Francisco Sardón reconoce que la empresa ordinaria cada vez está más concienciada de las ventajas de contratar a una persona con discapacidad, así como de la valía de estas personas en el desempeño de su trabajo. «Lo único que hay que hacer es poner los medios adecuados. Por ejemplo, si es una persona con discapacidad física, pues que pueda trabajar en un lugar accesible, y si es sensorial, facilitarle lectura fácil o braille...», explica. También apunta que desde el Cermi elaboran perfiles para que las empresas puedan aprovecharlos y sepan qué tipos de trabajo pueden desempeñar. «Estamos avanzando, aunque me gustaría que la mejoría fuese a un ritmo mayor, y por eso es necesario profundizar más en esta materia». También en el ámbito laboral, cabe destacar que el Cermi de Castilla y León es de los primeros en España en alcanzar acuerdos de colaboración con los sindicatos CCOO y UGT, y Sardón avanza que a lo largo de este año harán lo propio con la patronal. Objetivo: que los agentes económicos y sociales conozcan la realidad laboral del colectivo y, de esta forma, puedan actuar en consecuencia en la defensa de sus derechos. Por otro lado, valora la fortaleza del tejido asociativo de Castilla y León, «que ha sabido mantenerse y no desaparecer en estos años de crisis como así ha ocurrido en otras regiones de la España autonómica». Si bien, considera que no hay que bajar la guardia y profundizar más para que este tejido siga potente en el futuro. Avanzar en la educación inclusiva es otro de los retos que se ha marcado, especialmente a edades cada vez más tempranas, facilitando que los niños con y sin discapacidad convivan juntos para que conozcan cuanto antes que están en una sociedad diversa y que esta diversidad «no solo no es un problema sino que hay que aprovechar su potencial». Además, Sardón tiene claro que «si no tenemos personas con discapacidad formadas y preparadas, éstas acabarán quedándose al margen de la sociedad».
Para cuando hayan transcurrido los tres años que tiene por delante de mandato le gustaría que la imagen de las personas con discapacidad haya mejorado en la sociedad en general. Y que desde la Administración, la empresa o el propio ciudadano se perciba ésta como algo normal. «Queremos que nos vean como personas que quieren participar, ser activos y contribuir».
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