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Lactalis no venderá Lauki a la palentina Quesería Ibérica

La consejera de Agricultura, Milagros Marcos, confía en que las instituciones europeas reconduzcan la situación en favor de los trabajadores y sus familias.

Un grupo de trabajadores de Lauki se concentraban ayer frente a las puertas de la fábrica en Valladolid.
Un grupo de trabajadores de Lauki se concentraban ayer frente a las puertas de la fábrica en Valladolid.larazon

La consejera de Agricultura, Milagros Marcos, confía en que las instituciones europeas reconduzcan la situación en favor de los trabajadores y sus familias.

Lactalis no venderá la histórica planta vallisoletana de Lauki a la empresa palentina Quesería Ibérica, una de las dos que se han interesado por hacerse con ella y que podría emplear a 400 personas, por considerarla un negocio con el que compite directamente en los mercados.

Una noticia, comunicada escuetamente por correo electrónico al comité de empresa, lo que ha molestado sobremanera a los trabajadores, que ha supuesto un jarro de agua fría para estos y sus familias, cada vez más desesperanzados con la situación cuando apenas queda un mes por delante para que se agote el plazo para encontrar un comprador al que accedió la multinacional francesa en su acuerdo con la Junta de Castilla y León del pasado mes junio, por el que se daban cuatro meses de tiempo para conseguirlo.

Los trabajadores volvían a concentrarse ayer frente a las puertas de la lechera vallisoletana para mostrar su desazón y criticar con dureza la forma de actuar que está teniendo Lactalis para con ellos. «No tienen corazón», decía uno de los trabajadores quien echaba en cara a la multinacional «que esté actuando como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer, poniendo en peligro el futuro de medio millar de familias».

Pese a todo, los empleados no arrojan la toalla y confían en que las instituciones europeas puedan todavía reconducir esta situación y hacer ver a Lactalis de lo perjudicial del cierre de la lechera. Mientras tanto, los trabajadores anunciaban ayer que mantendrán sus movilizaciones durante este mes de septiembre que acaba de arrancar, cada vez más contundentes, con el objetivo de tratar de meter presión de alguna manera para protestar por esta situación que consideran injusta en defensa de su futuro.

Nada más conocerse la noticia, la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, expresaba su apoyo a los trabajadores y sus familias, a los que manifestaba el compromiso de la Junta de seguir trabajando para encontrar una solución satisfactoria, que no es otra que conseguir un comprador para la planta en este mes que queda de tiempo. «Todo llegará a buen puerto», decía la consejera, convencida también de que la Unión Europea pueda marcar un nuevo y esperanzador futuro para la fábrica.