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Las constructoras de Castilla y León captan 500 millones en el extranjero

Más de 40 empresas de la Comunidad, de tamaño medio, se hacen fuertes en Iberoamérica y norte de África y superan en actividad al mercado local

El presidente de la Cámara de Contratistas de Castilla y León, Enrique Pascual
El presidente de la Cámara de Contratistas de Castilla y León, Enrique Pascuallarazon

La construcción se ha subido al tren de la internacionalización, el último según el sector, para evitar que el vendaval de la crisis se lleve por delante al tercio de empresas que han logrado sobrevivir. El mercado exterior se ha convertido en el último año en una locomotora para los contratistas de obra pública de Castilla y León, que han captado inversiones superiores a los 500 millones, por lo que tienen ya más actividad fuera que en la Comunidad.

El sector está cosechando buenos resultados en el exterior, aunque calcula que no logrará adjudicarse obras por importe de 1.000 millones, un reto que se marcó a principios de año. La limitada solidez financiera de las empresas de Castilla y León, donde la construcción está «atomizada», y la dificultad para obtener avales han dado al traste con importantes proyectos que hubieran aumentado el volumen de actividad en el extranjero, que sin embargo no han logrado compensar la caída de la demanda interior.

Aunque el ''salto'' al extranjero está siendo «lento» y «costoso», el sector admite que le ha ido «mejor de lo esperado», si bien advierte de que no es la «panacea» ya que los retornos de esta apuesta son «escasísimos». El presidente de la Cámara de Contratistas, Enrique Pascual, reconoce que está contribuyendo a paliar el cierre y el despido de trabajadores, pero insistió en que es necesario recuperar la actividad en el entorno local.

Hace unos años, el centenar de contratistas de obra pública de la Comunidad tenía una facturación de 9.000 millones, una cifra que ha caído hasta mínimos, ya que la licitación de las administraciones se ha recortado un 80 por ciento desde 2008, cuando rozó en la autonomía los 3.000 millones. Con unos 500 millones de inversión anuales y la edificación residencial bloquedada por el estallido de la «burbuja inmobiliaria», el sector afronta una salida «forzada» y diferente, ya que las grandes se decantan por las concesiones públicas y las pequeñas por procesos de licitación de las administraciones.

Los países de Iberoamérica y el norte de África están concentrando las áreas de expansión de las constructoras castellano y leonesas, donde se están haciendo poco a poco con importantes contratos centrados en proyectos vinculados con el abastecimiento de agua potable y las comunicaciones ya que en países como Perú tan solo el dos por ciento de su red viaria se encuentra asfaltada. Sin embargo, estas economías, que viven una etapa de fuerte desarrollo, no cuentan con el tamaño suficiente para generar un elevado volumen de trabajo.