Las residencias para mayores se ven desbordadas ante la alta demanda

Las residencias para mayores de Castilla y León se ven desbordadas ante la alta demanda. En España hay una cama residencial por cada 4,19 personas, mientras que en la Comunidad hay una por cada 7,43.

En Soria hay casi once personas por cama; 10,5 en Palencia; diez en Segovia; 8,2 en Ávila; 7,5 en Zamora, Burgos y Salamanca; 6,2 en Valladolid y 5,8 en León.

El envejecimiento imparable de la población en todo el país, pero de manera más acuciante en regiones del interior, está desencadenando en situaciones como la actual, en la que la Región cuenta con casi 600.000 personas mayores de 65 años y tan solo 44.266 plazas en residencias.

Zamora, Soria y Salamanca, se encuentran además entre las provincias españolas más longevas con 138 centenarios por cada 100.000 habitantes, 76 y 72,8 respectivamente.

Las estimaciones del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), aseguran que para 2031 Castilla y León tendrá una población de 700.000 mayores de 65 años y que para el 2050 estos triplicarán el número de niños (de 0 a 15 años).

La Junta se prepara

Ante esta perspectiva, la Junta de Castilla y León ha empezado a prepararse. En quince años León, Valladolid y Salamanca tendrán los mayores porcentajes de población mayor, con más incidencia en los pueblos, donde los ancianos suponen el 28 por ciento de los vecinos que en las capitales de provincia, donde son el 17.

Asimismo, los profesionales médicos alertan de que con el paso de los años nuestros mayores serán cada vez más dependientes y aquellos que necesitan ayuda pasarán del 40 por ciento actual al 57 en 2031, cuando la media en España será del 41,4.

Esta tendencia al alza en la dependencia de nuestros mayores afectará, por tanto, a la demanda de plazas en residencias.

La Gerencia de Servicios Sociales del Ejecutivo regional ofrece 20 residencias en toda la Comunidad: una en Ávila, Palencia y Salamanca; dos en Segovia, Soria, Zamora y Valladolid; cuatro en León y cinco en Burgos.

En todas ellas se puede conseguir una plaza desde los 100 euros al mes hasta los 1.000. Los criterios públicos miden la renta familiar y el nivel de dependencia del mayor.

Por su parte, en las residencias privadas el coste al mes varía también en función de la ayuda que necesite el usuario. El precio en ellas oscila entre los mil y los 2.000 euros que paga un residente con asistencia máxima.

En cualquier caso, los servicios más valorados en todas ellas son la rehabilitación, la terapia y un apoyo médico y asistencial las 24 horas del día.