Llamamiento a las víctimas de maltrato a que rompan su silencio y denuncien

Hoy no es un lunes cualquiera. Es un día importante y especial. De esos que se marcan en rojo en el calendario. O en este caso, con el lazo blanco como símbolo del rechazo al maltrato. Y es que hoy es el Día Internacional contra esta lacra social, que este año ya se ha cobrado la vida de 44 personas en toda España, dos de ellas en nuestra Comunidad (dos jóvenes de 19 y 21 años en la provincia de León). Un problema que está desangrando a la sociedad española, ya que en los últimos diez años se ha llevado también por delante la vida de setecientas mujeres en nuestro país, a manos de hombres que eran su pareja en ese momento, que lo habían sido en un pasado, o que habían mantenido algún tipo de relación sentimental con ellas.

Datos que estremecen, aunque lo peor es la sensación de impotencia, de que pasa el tiempo y el problema no se soluciona, pese a las leyes y numerosas medidas existentes para combatirlo. Será la de hoy una jornada reivindicativa, en la que miles de castellanos y leoneses se echarán hoy a las principales calles y plazas de ciudades y pueblos, tanto en concentraciones, manifestaciones y distintos actos culturales y sociales, como proyecciones de cortometrajes, representaciones teatrales y charlas y conferencias, para pedir el fin de la violencia machista y exigir que no se dé un paso atrás hasta que se pueda terminar con ella. También será un día para que los ciudadanos tomen conciencia de la importancia que tiene que la sociedad esté unida, participe y se implique contra este problema. Pero, sobre todo, será una jornada en la que se pedirá a aquella persona que en estos momentos esté sufriendo malos tratos físicos o psicológicos, o a sus familiares y entorno que sepan algo, que rompa su silencio y denuncie la situación para que las instituciones puedan actuar. En lo que llevamos de año, las denuncias han caído más de un catorce por ciento en Castilla y León y más de 2.600 mujeres tienen atención policial activa para garantizar su protección las 24 horas del día, mientras que 534 mujeres maltratadas están en situación de riesgo ya sea bajo, medio o alto. «Se puede salir de la violencia de género», señala la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, mientras destaca un 70 por ciento de las víctimas que no se resignaron ni se echaron para atrás a la hora de denunciar lograron salir de la situación de malos tratos en la que vivían. Y éste es el mensaje que se quiere trasladar hoy en este día en el que se recordará a las víctimas. Porque, entre otras cosas, se ha detectado que siete de cada diez mujeres protegidas por órdenes de alejamiento no llegan hasta el final y acuden a la Fiscalía para solicitar la retirada de la denuncia contra su agresor ya sea por miedo, falta de autonomía o desconocimiento de las ayudas. También por los problemas a los que se enfrenta la Justicia, atada de pies y manos en muchas ocasiones por la falta de colaboración que tienen de la propia víctima como de su entorno, influenciados por el agresor. Y además, para advertir de la peligrosa normalización de la violencia en el hogar que se ha detectado especialmente en los pueblos, «donde se asume el maltrato como algo normal con lo que tienen que vivir», lamenta Hernández. Y es que, muchas mujeres dependen de sus maridos económicamente y tampoco encuentran el apoyo de la familia o el entorno, y como no se consideran víctimas no lo denuncian y es más complicado actuar. Para combatir todas estas situaciones, las administraciones promueven charlas y talleres para llamar la atención sobre este problema.

Banalización juvenil

Durante esta jornada también se hará hincapié en la preocupación existente en la sociedad ante el aumento de la violencia machista, y especialmente hacia la mujer entre los jóvenes. Y, además, será un día en el que los castellanos y leoneses mostrarán su indignación y preocupación existente en la sociedad ante las consecuencias de la derogación de la Doctrina Parot, con la liberación de violadores con informes negativos que advierten de que pueden reincidir, como es el caso de Pedro Luis Gallego, el violador del ascensor, cuyo domicilio social está en Valladolid, y aunque su presencia en esta ciudad no está confirmada, ha generado una psicosis colectiva entre los ciudadanos, y especialmente entre sus víctimas, mujeres, y las familias con hijas menores.