Castilla y León
Los sindicatos quieren regular horarios y acabar con las horas extras en la Hostelería
Comisiones Obreras de Castilla y León denuncia asimismo la ausencia de una normativa clara que acredie oficialmente la cualificación de los profesionales de este numeroso gremio
Un mayor control de los horarios de los trabajadores para acabar con las jornadas maratonianas y las horas extras. Una misma tabla salarial para que todos los empleados cobren los mismo por igual trabajo, independientemente de la categoría profesional en la que desempeñen su labor. Que la Administración acredite oficialmente la experiencia y cualificación de los trabajadores.
Y, en definitiva, que se cumplan los convenios colectivos, terminar con la precariedad y temporalidad de muchos contratos y que se dignifique la profesión impulsando también mejoras en la carrera profesional del empleado.
Estos son las principales demandas que realiza el sindicato Comisiones Obreras para mejorar y dar un nuevo impulso a la Hostelería de nuestra Comunidad, y más si cabe ante el auge en los últimos tiempos de este sector que mueve el 10 por ciento de la riqueza regional, debido al incremento espectacular de turistas que visitan Castilla y León. De hecho, en los próximos meses tienen que llevarse a cabo la renovación de hasta cinco convenios colectivos en otras tantas provincias de la Región.
Y estas reivindicaciones estarán encima de la mesa, según apunta a LA RAZÓN Marcos Gutiérrez, secretario general de la Federación de Servicios de CCOO Castilla y León, quien llama a la patronal a regular este sector y trasladar a los trabajadores «una parte justa» de la riqueza que se está generando, y especialmente entre los empleados del Grupo 3, que son los camareros de un bar de tapas normal y corriente, que en estos momentos cobran 1.007 euros brutos al mes. «No es de recibo que sigamos con un convenio que regula las categorías de los establecimientos de los años 70 del pasado siglo y que permite, por ejemplo, que por el desempeño de un mismo trabajo haya diferencias de más de 175 euros al mes en función de la categoría», denuncia Gutiérrez, mientras advierte también de las diferencias territoriales. «Tampoco es normal que en estos momentos un camarero de León pueda cobrar casi 500 euros más que uno de Ávila cuando la bebida cuesta los mismo para ambas ciudades», insiste.
El dirigente sindical explica que las dos principales quejas de los trabajadores de la Hostelería siguen siendo los retrasos «injustificados» en el pago de las nóminas, aunque reconoce que la situación ha mejorado últimamente, pero también y sobre todo «que no se estén cumpliendo los descansos perjudicando con ello la conciliación laboral y familiar de los trabajadores».
Problemas para contratar
Por otra parte, desde la Asociación de Hostelería de Valladolid, su presidenta, María José Hernández, advierte a este periódico de las dificultades que tienen los empresarios de bares y restaurantes de encontrar a profesionales que quieran trabajar en sus establecimientos. «Tenemos un grave problema con este tema», dice, y se queja también de que «los pocos que hay, encima se marchan fuera después de formarse aquí».
La empresaria rechaza que esté mala pagada la profesión como denuncian los sindicatos, aunque reconoce que la Hostelería es actualmente un poco «cajón desastre» porque los que acaban trabajando en el gremio lo hacen porque no encuentran un empleo de lo suyo, y no porque les guste la profesión. En este sentido, María José Hernández tiene claro que para dedicarte a la Hostelería lo principal es que te guste «porque tienes que trabajar cuando los demás están de fiesta» y pone el acento en la importancia de sonreír y ser amable con el cliente. «Parece de perogrullo, pero no veas lo difícil que es ver en las barras a camareros que sonrían, cuando es gratis», ironiza.
Sobre este problema de profesionales en el sector, el dirigente de CCOO admite que puede haber problemas a la hora de contratar, «pero sólo en aquellos negocios en los que no se cumple la normativa porque no se respetan horarios ni salarios y las condiciones no son las adecuadas», afirma.
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